1. La Esposa de mi Primo


    Fecha: 04/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de su esposo para levantarse con cualquier pretexto contoneando provocativa, de manera un tanto exagerada, su delicioso cuerpo y furtivamente se acariciaba las nalgas o los senos como invitándome a que fuera yo quien lo hiciera. Estas escenas se repitieron durante un par de horas, durante las cuales de repente alguno de ellos se ausentaba por unos momentos y llegaba nuevamente el olor al vegetal quemado, yo fingía no darme cuenta del hecho, el efecto de la droga se agudizaba en ellos pero principalmente en Guadalupe que se notaba más cachonda después de darse el "toque" de yerba lo que me favorecía pues su actitud provocativa se volvía mas impúdica a cada momento elevando mi excitación al grado de que por momentos sentía que me podía "venir en seco", la verga ya me dolía de la constante erección a la que me tenia sometido Lupita, acrecentada por la extraña emoción de estarlo haciendo frente a su marido. Por fin sucedió lo que estaba esperando toda la tarde, Lupita sonriendo me guiño un ojo y se levanto rumbo al baño, un par de minutos después regresó y con todo procacidad separó sus exquisitos muslos para mostrarme, sin inhibición, que se había quitado las pantaletas poniendo ante mi lasciva mirada su húmeda vulva y la extrema vellosidad de su rica panocha, mi primo seguía platicando totalmente ajeno a la lasciva conducta de su esposa, ella con los ojos me señalaba el baño, hasta que comprendí que lo que quería era que repitiera la acción de la vez anterior, así que me dirigí ...
    ... al baño y de manera directa fui donde estaban sus calzoncitos totalmente empapados de la miel de su sexo, los tome y lamí el néctar de su vagina para en seguida sacarme la verga y frotármela con aquella excitante pieza de lencería y en pocos minutos llegué a la eyaculación derramando la totalidad de mi esperma en el puente de las pantaletitas dejándolas cuidadosamente en el mismo sitio en que se encontraban procurando que el semen permaneciera en su totalidad sobre las pantaletas sin derramar una sola gota. Regresé a la sala y enseguida Lupita se levantó para dirigirse al baño del que después de algunos minutos salió para ocupar el lugar que tenia frente a mí y al lado de su esposo, con toda procacidad separó los muslos dejándome ver que ya traía puestas las diminutas pantaletas literalmente escurriendo de mi semen y sin quitarme la vista de encima sonriendo con cinismo pasaba la punta de su lengua lentamente por sus labios como saboreándose, lo que me hacia pensar que tal vez había probado el sabor de mi leche, mi verga endureció de manera automática dándole continuidad a mi extrema lujuria, por momentos Lupita cerraba con fuerza sus muslos como disfrutando la humedad de mi esperma en su vulva y parte superior de sus muslos y en otros abría las piernas descaradamente exhibiéndome sus mojadas pantaletitas. Llegó la hora de despedirme entre los incesantes coqueteos calientes de la esposa de mi primo, situaciones como ésta se repitió múltiples veces tanto en su casa como en la ...
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