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Confesiones del Padre Arturo: Anita parte 4
Fecha: 07/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Padrearturo3, Fuente: SexoSinTabues
... preparándose para recibir nuevamente en la pose de perrito. Reanudamos la faena que tanto goce nos causa en la pose que más nos gusta a ambos. Mientras pasan los minutos de enorme éxtasis junto a Anita me pongo a pensar como sus demás compañeros y compañeras de clase se encuentran estudiando mientras ella se encontraba a cuatro patas sometida por mí, con mi verga entrando y saliendo de ella sin descanso, la excitación sube tanto que me siento acabar por segunda vez y esta vez si termino eyaculando dentro de ella. -Ohhhh….-apenas podía expresar por la excitación. Pero no había terminado. Apenas Anita se intentaba recuperar un poco, la excitación subía dentro de mí y nuevamente intento volver a penetrar a esa niña. -Padre…- empieza Anita con su voz inocente algo cortada por el esfuerzo. -Si?-pregunto con mis manos acariciando sus nalguitas antes de volver a introducir mi verga en su agujerito. -¿No debo comenzar con el rezo de penitencia?-pregunta la niña. -Es cierto, tienes mucha razón.- respondo y me dirijo hacia la mesa donde se encontraba el pequeño libro. Regreso hacia el mueble y se lo entrego rápidamente. Aun deseaba seguir penetrando a esa niña y las excusas ya no me importaban mucho. -Venga, continuemos ya…- digo impaciente acomodando a Anita de costado mientras a su espalda y de costado me echaba con el fin de penetrarla. -El rezo de penitencia…-empieza Anita buscando la página en el pequeño libro. -Página 23.- le respondo levantando una de sus piernitas y acercando ...
... mi verga su abertura. -No lo encuentro…- responde hojeando las páginas. Impaciente tomo el pequeño libro y lo dejo a un costado. Lo único que deseaba era seguir cogiendo a esa niña y no quería perder más tiempo. -Aún recuerdo el rezo no te preocupes. –le digo terminando de acomodarla para empezar la penetración.- Yo diré la oración y tu responderás: Perdón Señor, Perdón. Entendiste Anita? La niña asiente entendiendo mi impaciencia como algo a lo que no se podía negar aunque quisiera. -Por los pueblos en gue…rra.-enuncio mientras iba introduciendo mi verga en su raijita. -Perdón…. Se…ñor.. Perdón.- contesta Anita entrecortadamente. -Por los…. Niños que mueren de hambre…. -Per..don….Señor… Per…!!!-lograr decir Anita a pesar de la cogida que comenzaba a darle. -Por…. los …. Por los… que no tienen donde vivir….-intentaba enunciar. -Perdón… Perd….!!-gemía Anita debido a la velocidad de las embestidas. -………….Ohhhh- era lo único que atinaba a balbucear después de ello.-Ohhh… -Per…don!!.-apenas contestaba Anita. No volví a recordar ningún salmo más y la verdad no me interesaba acordarme lo único que deseaba era seguir taladrando a esa niña aunque la vida se me fuera en ello. Lo mismo pasaba con Anita que había olvidado ya todo protocolo que normalmente realizábamos en nuestros encuentros e igual que yo se entregaba al placer. A partir de ese instante no conté los minutos ni las ¿horas? que nos tomamos cogiendo como animales en celo cuyo único fin es la cópula. Tampoco conté las veces ...