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Confesiones del Padre Arturo: Anita parte 4
Fecha: 07/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Padrearturo3, Fuente: SexoSinTabues
... transformarme en ese animal que siento dentro mío cada vez que miro a una niña pequeña. Fuera de sí bufo como una bestia entregado solo a mis instintos de reproducción y empujo como si la vida se me fuera en ello a pesar de que en frente mío esta solo una niña de ocho años que se aferra al mueble y soporta estoicamente mis embestidas. -Ufff…ohhhh…Anita….Anita…-bufaba embargado de sensaciones tan grandes que recorrían mi cuerpo y que no deseaba que cesaran jamás. -Ahhhh….ahhhh….duele….me duele…. Padre…..-repetía Anita, pero a pesar de ello resistía mis embates hacia ella aferrándose con sus manitas al mueble mientras por momentos cerraba los ojos por la intensidad de la cogida que le daba. Era muy excitante escuchar los embates con sus nalguitas mientras crujía el mueble sobre el cual cogíamos de manera desenfrenada como dos novios en luna de miel. Un Padre y su niña elegida para “alabar” a Dios, así lo veía Anita y yo no deseaba que eso desapareciera ya que su inocencia era una de las cosas que más me atraían de esa niña. Sin embargo nos íbamos acercando al momento en el cual mi excitación rebasaba los límites y sentía que no tardaría en acabar. -Uffff….ohhhh….ufff...- se escuchaba de mis labios entrecortadamente hasta tal punto de querer correrme ahí mismo. Logro retirar mi verga en el momento justo que termino por eyacular en su espaldita de niña. Anita mientras se recupera poco a poco de la tremenda cogida que acababa de recibir pensando que quizás como en otras ocasiones ...
... debe esperar a que me recupere para así continuar. Sin embargo… -Padre…- me dice Anita al observar con más detenimiento. -Si? Anita.-pregunto. -No entiendo… porque?...-inquiere la niña sin saber expresarse. -Es la gracia de Dios, Anita. Gracias a esa bebida he logrado adquirir fuerza para que podamos continuar con la penitencia sin necesidad de detenernos.- me acerco a ella con mi verga totalmente tiesa y le hago la señal que ella ya conoce. Anita aun dudando pero dejándose llevar poco a poco se estira en el mueble boca arriba levantando sus piernitas. Tomo sus piernas con mis brazos y acerco mi verga a su anito adquiriendo ambos la pose del misionero. Mi verga ingresa en Anita y comenzamos nuevamente con nuestra “penitencia” a Dios. -Ahhh…Ahhhh..- gemía la niña al sentir como iba adentrándome en su anito cada vez con más fuerza. -Uffff…Ohhh…- bufaba yo, encima de Anita empujando hacia ella con fuerza, como si no acabara de eyacular hace unos instantes. Anita solo resistía estos embates quizás no acostumbrada a coger tan pronto, porque siempre nos tomábamos un descanso después de la primera ronda. -Padre….Padre…!!-repetía Anita entregada a mí en cuerpo y alma mientras era taladrada por ese miembro que se introducía en lo más profundo de su ser. Estuvimos cogiendo en esa pose por varios minutos y fue cuando luego de que debido a la velocidad por un instante mi verga saliera de su anito decidí cambiar de posición. Volví a señalarle que se diera vuelta a lo cual Anita obedeció ...