Mi nombre es Eduardo - Relatos Eróticos

Mi nombre es Eduardo

Hace una semana me ocurrió algo increíble. Tengo 23 años, castaño, ojos verdes, cuerpo delgado con un buen culo respingón y un tanto grande. Hetero y con novia mi vida iba por buen camino. Era un martes y decidí ir a bucear ya que es mi gran jobi. Suelo ir en una zona rocosa donde no abunda mucha gente. A lo alto hay cuatro apartamentos, al pasar por enfrente de ellos solo estaba uno abierto. Deje los trastos y me quite la ropa, me gusta ponerme el traje de neopreno totalmente desnudo. Me encuentro más cómodo ya que es un traje que se pega mucho al cuerpo. Empecé a colocarme el traje y al tenerlo por las rodillas alguien se dirigió a mí por la espalda. Me gire rápido, mientras intentaba subirme el traje para taparme un poco. Era un hombre de unos 50 años con buen aspecto. Muy simpático me daba conversación, mientras yo seguía forzando el traje hacia arriba. Con la polla ya tapada quedaba mi culo que se resistía a meterse en el traje. El cabron bromeo sobre una talla mas de traje seria lo suyo. La verdad es que mientras me hablaba no le mire nunca a la cara hasta que tuve el traje puesto. Estaba un tanto avergonzado pero al mirarlo vi como me observaba de forma extraña. Zanje la conversación rápido y me tire al agua. Estuve una hora y media en el mar, al salir tuve un sobresalto. Mi ropa no estaba, alguien me la había quitado. Empecé a mirar por todas partes buscando preocupado ya que mi ropa y llaves estaban en la maleta. Alce la mirada hacia los apartamentos y vi al hombre ...

... de antes que me hacia señales. Me desabroche el traje hasta la cintura y fui hasta el lugar. No sabia si mandarlo a la mierda o darle las gracias, el hombre cuando vio que me sumergía me recogió las cosas previniendo que alguien me robara. Me invito a entrar a la terraza. Informándome de múltiples robos durante el verano en la zona e invitándome a tomar algo. Denegué la invitación excusándome en que iba con el traje. Insistió invitándome a que me quitara el traje y duchara en la parte de atrás del apartamento. Me enseño el lugar y me pregunto que quería, le respondí un refresco y me quede observando como se marchaba. Empuje con fuerza el traje hacia abajo quedándome desnudo, agarre la manguera y empecé a echarme agua por encima. Estaba con los ojos cerrados disfrutando del agua cuando al abrirlos vi una sombra a través de unas cortinas de la ventana. Me estaba mirando alguien, me gire y le di la espalda. Mi sorpresa fue que al girarme el hombre se acercaba hacia mí con una botella de jabón en la mano. Me volví hacia la ventana y seguía allí la silueta en la ventana. Me dio la botella y me observo durante unos segundos que para mi fueron eternos. Le dije que no hacia falta que ya estaba bien con el agua sola. Abrió la botella y se puso en la palma de la mano. Antes que el me pusiera una mano encima extendí mis manos y recogí el jabón. El se quedo mirándome y hablando conmigo. Al principio pensé que era un exagerado que aquel hombre era amable y ya esta. Notaba que le gustaba ...