Mi nombre es Eduardo - Relatos Eróticos

Mi nombre es Eduardo

... apartaron las nalgas y empezaron a lamerme todo el ano. El otro me daba pequeños mordiscos en las nalgas, luego vino pretendiendo que le chupara la polla. Lo intente pero no pude lo que provoco que me sujetara con violencia. El otro me agarro por la cintura y me penetro con fuerza. Note su miembro caliente en mi cuerpo y sus embestidas. Empecé a gemir de gusto lo que provocaba al más joven. Después fue su turno, su polla era más grande y me dolió más. Sus manos grandes sujetaban mi cintura clavándome las uñas de la fuerza que hacia. Era violento y sus embestidas eran exageradas. Estaba excitado el hombre con mi culo, repetía que me lo partiría. Tardo bastante en correrse lo que provoco mi petición que parara. Se la tuve que chupar hasta que se corrió. Me quede en la cama exhausto, con el culo destrozado. No podía imaginar lo que había hecho. El mas joven se levanto a ducharse mientras el mayor me seguía acariciando el culo. Le aparte y le pedí mas dinero ya que no habíamos hablado de los dos. Me pagaron y me pire rápido de allí.