Mis sobrinos calientes - Relatos Eróticos

Mis sobrinos calientes

... televisión, el resto de mis muebles habían quedado en el estudio que había tenido que ceder a mi hermano y sus hijos, en la misma planta había un baño que tenia que compartir con mi hermano y sobrinos, todo lo que me resultaba incomodo, después de haber estado tantos años viviendo solo y a mis anchas en toda la tercera planta. Un día que regresaba de la universidad, a eso de las 4 de la tarde, entre en la casa y me pareció raro que no hubiera nadie, pero recordé que mi madre me había comentado que saldría a una reunión con sus amigas, y mis hermanos estaban trabajando a esa hora. Me encontraba un poco deprimido, por que había salido mal en una de las pruebas que nos habían tomado en la universidad. Cuando subí a mi habitación, fui revisando todos los cuartos, y no encontré a nadie en la segunda planta, luego subí a la tercera planta, y antes de entrar a mi habitación, escuche unas risitas y voces, así que eche una mirada por la ventana del cuarto que tenia mi hermano y mis sobrinos, y lo que vi, me dejo congelado. En la cama, que estaba muy cerca de la ventana, por donde yo estaba mirando, se encontraba mi sobrina, echada boca arriba, apoyada sobre sus codos, no llevaba ninguna prenda debajo de la cintura, y estaba abierta de piernas con toda su conchita al aire, mientras que mi sobrino, estaba sobre sus rodillas y codos, en cuatro patas, metido entre las piernas de su hermana, y estaba agarrándole la conchita, separándole con los dedos los labios superiores, mientras que ...

... Vanessa reía. Yo me retire de la ventana temiendo que me vieran, y no supe que hacer, si entrar e interrumpirlos para que no continuaran, o regañarlos, o irme de allí, y avisarle a su padre. Después de pensarlo un poco, me dije que ellos eran los que estaban en una situación comprometida, y que si me veían podía decirles que estaba pasando a mi habitación y los sorprendí haciendo eso, al final la falta era de ellos en todo caso, y en medio de todas estos pensamientos y consideraciones me di cuenta que estaba teniendo una erección enorme, también recordé que yo mismo lo había hecho con mi hermana Rosa, y mi hermano Raúl, a una edad incluso menor que la de mi sobrino, y era algo que me había encantado y que disfrute plenamente, aunque ya hacia mucho tiempo que no lo hacíamos, por lo que no debía ser tan hipócrita como para reprenderlos, y sobretodo que la visión de ellos toqueteándose me había excitado mucho, y me sentía tan arrecho, como hacia mucho tiempo no lo estaba, así que volví a mirar por la ventana, pero esta vez desde el ángulo inferior de la misma, para reducir las posibilidades de que ellos me vieran. Cuando mire otra vez, me di cuenta que ellos estaban tan ensimismados en lo que hacían, que no era muy probable que me vieran, mi sobrino estaba ahora lamiendo las piernas de su hermana por la parte interior, se veía que no era la primera vez que tenían estos juegos, y entonces me llamo la atención, la conchita de mi sobrina, ya se le notaban los labios exteriores de la ...