mi hermana pinto y mi madre amante - Relatos Eróticos

mi hermana pinto y mi madre amante

... ella le cuenta que se trata de un modelo de Inés, un joven bien parecido, pero eso no importa, dice, lo que importa es su pija, por?, mira muerta es una tripa corta, medianamente gruesa, con un prepucio que parece un grueso condón, largo que no solo la cubre sino que la pasa como dos centímetros, se nota a través de el los bordes de su cabeza, pero cuando se le para es un espectáculo divino, eso me ha calentado tanto que le he pedido al nene me deje cogerlo y espero a Inés para ello. Bueno termina de contar que pasa cuando se le para, ha, si, es una cosa maravillosa ver como su cabeza avanza dentro del prepucio hasta asomar rauda, roja, babosa, y emerge dejando atrás al prepucio, mientras el tronco se estira y lo tensa, la cabeza parece moverse totalmente liberada como buscándote y llega a tener un grueso y largo considerable, inimaginable por su tamaño dormida. Querida tu relato me ha vuelto a calentar ven y se enlazan en un 69 interminable. Regresa Inés y se encuentra con el nuevo panorama, contenta ella desea intervenir y preparar la cogida de su mamita con Ricardo. Dice bueno haz lo mismo que hiciste pero en cambio de hacerlo acabar yo lo haces tú y listo. Y nosotros?, no se preocupen hay tantos bártulos en el atelier que se esconden tras un biombo uno de ellos es de esterillas, desde allí se podrá ver todo. Esa tarde era la elegida para la ocasión, mientras posa y la nena pinta mama va a limpiar, ahora mas sugestiva ...

... con un pollera corta y sin ropa interior, estaba bastante escotada, bien putona, no tardan en cruzarse las miradas y ella bien caliente se acaricia la concha por sobre la pollera, ve como se le va parando la pija, es verdaderamente un espectáculo, y cuando ya esta tiesa Inés le dice que te parece este modelo, te ve a ti y se le para, por favor mama bájasela, así no se puede trabajar. Mama va hacia él y sin decir nada se le sienta encima metiéndose su poronga hasta lo más profundo, se oye un suspiro y comienzan a moverse el muy calladito y ella también, raro en ella, por fin el bufa fuerte y se nota que le está acabando, fue bastante corto el polvo, seguro la dejo con las ganas. Mama se levanta y con la pollera se seca la concha mientras el va al baño y nosotros huimos a la casa. Allí nos miramos, a Ana la ayudamos a moverse y vamos los tres a la cama. Mama, enlechada pidió pija y yo se la di mientras Ana, se consolaba con la lengua de mama, por fin mama grita desaforadamente y acaba, al rato Ana hace lo propio y por ultimo lo hago yo casi desganado pensando que mi pija estaba en contacto con la leche de Ricardo. Luego de semejante zafarrancho la vieja dice, lo bueno es ver como se le para, cogiendo no sirve al menos para mi gusto. Ana regresa a su casa y a su trabajo, la vida se normaliza y nuestras reuniones ya son un orgia yo con tres hembras, pobre de mí. Pero por suerte, mi mujer sigue siendo solo una, mi mamita querida.