Mi Jefe Marcelo y Gina. - Relatos Eróticos

Mi Jefe Marcelo y Gina.

Me mudé para Bolivia a vivir con mi esposa Gina hace ocho meses atras. Salí de un país del primer mundo para una nación pobre pero bien valió la pena considerando el premio que me casé con. Gina es la mujer más bella y hermosa que yo he visto en mi vida entera. Las palabras no pueden describirlo. Ella es una rubia boliviana alta con piernas largas y piel pálida. Ella se parece más comi una extranjera que una Boliviana.Cuando llegué, tuve un trabajo en finanzas. Después de seis meses ya no tenía un trabajo y pasé unos meses sin trabajar. Estábamos muy cerca de pasar a otro país hasta que Gina me consiguió un trabajo con su bufete. Su jefe Marcelo es el abogado que ejecuta la empresa. Pero había un problema. Yo todavía no estaba seguro de lo que sería mi trabajo. No soy abogado y Gina es una secretaria así dudo que yo haría eso.Marcelo quería tener una reunión conmigo para que podamos discutir que es lo qué puedo hacer. Yo no quería hacerlo. "Vamos a ir a Brasil", le dije a Gina. "Puedo trabajar en finanzas allí." Ella me suplicó que yo le dé Marcelo una oportunidad y ver lo que puedo hacer. "Que es lo peor que puede pasar?," me dijo Gina.Me decidí a ir con Gina para reunirse con Marcelo. Me reuní con Marcelo en su oficina y estrechamos cada otras manos. Marcelo es, evidentemente como abogado, un hombre bien vestido. Él es un hombre corta (5'5), pero es muy musculoso. Él no es un hombre muy guapo en su rostro, pero él tiene una cuerpo bien fuerte.Gina estaba en su escritorio ...

... haciendo su trabajo mientras yo y su jefe estabamos conocernos a uno y otro. Me dijo que Gina es una excelente secretaria y que quiso recompensar a ella con más de una subida de pago. Él quería regalarla su propio secretario. "No se preocupe, usted recibirá el mismo sueldo de pago que ella", me dijo. Esto era extraño pero tentador. "Todo lo que tengo que hacer es ser el secretario de Gina?," pense yo. Ella coje un buen cheque de pago tanto nuestros cheques de sueldo juntos podría ayudar a mantener a nuestra casa muy bien.- ¿qué dices?, Marcello me preguntó.Antes de que yo pudiera decir algo me doy cuenta que Gina estaba caminando lentamente en la oficina detrás de mí.- ¿Sabes qué? Sí, ¡Acepto! Yo digo con orgullo.- ¡Sí! Tengo mi propio secretario finalmente. Haremos un gran equipo mi amor, Gina me dice a mí como ella me abraza y besa por todo lado en mi cara.- Bueno - ustedes pueden empezar a trabajar ahora, Marcelo nos dice a los dos.Por unos días el trabajo iba bien. Yo hice un montón de de el trabajo de Gina mientras ella estaba ocupada con otras cosas alrededor de la oficina. Vamos a trabajar juntos, de lunes a viernes y siempre nos besamks y abrazamos en nuestro camino hacia la empresa. La única cosa que me hizo sentir incómodo era la manera que Gina se vestía. Ella iría a la oficina vestida como una prostituta. Se vestía muy a menudo de manera provocativo mostrando sus piernas y su culo y mostrando la mayor parte posible de la piel. Ambos nos sentamos en una mesa fuera de ...