1. El regreso (I)


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... parecía relajada , encendió un cigarrillo , aspiró suavemente y continuó. Dijo , que no había abandonado el trabajo y pasaron largos días en que nada sucedió y al parecer , todo había vuelto a la normalidad, cuando en la tarde de un viernes de verano , estando ella de pie frente a una pantalla revisando atentamente un listado de textos , percibió nítidamente una presión desconocida sobre su nalga derecha . Lo diáfano de su vestido , y la presión que Raúl ejercía , le permitió reconocer la forma y tamaño del objeto . Supo entonces claramente de que se trataba y esa misma certeza la paralizó. En ese momento sintió la mano de Raúl tomando la suya abierta para luego dejarla sobre el ardiente miembro a punto de estallar . Ella no cerró la mano sobre el cilindro carnoso, pero pudo percibir parte de su contextura y una tibieza extraña que se le grabó en la mente. Sin darse vuelta y sin mirar hacia ningún lado , cogió su cartera y abandonó la oficina a punto de llorar. La noche de ese viernes prácticamente no durmió , sobresaltada por el recuerdo de la humillación sufrida , se dió cuenta que a nadie podía contar el atropello ,guardándolo en su mente para siempre . Pero justamente por estar tan guardado en su intimidad , le parecía cada vez mas suyo y varias veces durante ese sábado se sorprendió pensando en ello . Ya en la noche sus prendas de dormir le molestaban por el calor y recordaba intensamente la tibieza que en su mano percibiera desde el excitado miembro de Raúl. La ...
    ... desvelada noche de su domingo se pobló de tactos evocados , de consistencias , longitudes , grosores imaginados y el lunes estaba en su puesto de trabajo como clavada por ese secreto que le consumía su sensibilidad. Ahora Erica parecía entusiasmada con su relato . Su rostro reflejaba una viveza encantadora , casi no hacía pausas , como si hubiese tenido gran necesidad de hablar Dijo , que Raúl había continuado tan imperturbable como siempre , como si él autor de tanto atentado contra la moral vigente no fuese él sino su fantasma . El trabajo seguía en forma tan eficaz como siempre en esa sección de la empresa que floreciente enfrentaba el termino del año. Fue justamente la tarde de Diciembre en que preparaban una pequeña celebración interna , que Raul pidió a Erica que le ayudara a confeccionar unas tarjetas , para lo cual le entregó los materiales de rigor sentándose luego a su lado . A poco andar y concentrada en su tarea decorativa, la mano derecha de Erica fue rápidamente colocada por Raul sobre su erecto miembro , que libre , cual caña de grueso bambú , oscilaba completamente fuera de su pantalón . Esta vez ,sin embargo, Raúl no soltó la mano de Erica , a fin de asegurarse que la mujer abrazara completamente su mástil ardiente. Ella no hizo la menor indicación de retirar la mano , no habría podido , estaba como soldada a esa pieza tibia cuya consistencia la mantenía atraída como un imán , de modo que no se movió. Pero estuvo inmóvil solamente un momento , porque la mano de Raúl ...
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