1. En los baños con un oso y un poco mas...


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Gays Autor: Hamlet666Gray, Fuente: SexoSinTabues

    Conocí a un Oso en una página de contactos, y pronto quedamos de vernos en unos baños, donde sucedieron más cosas de las que esperaba… Principios de enero del año 2014. Todo transcurría con normalidad, un día en una página de contactos gay vi un oso apetecible y que afirmaba tener gusto por los cazadores, como es mi caso. Comenzamos a hablar y en seguida quería que nos conociéramos, no quedamos en nada ese día, pero al otro día al conectarme me propuso ir a unos famosos Baños en Ecatepec, México. Me sorprendió ya que él vive en la Ciudad de México y que dijera sobre vernos cerca de donde vivo me pareció muy atractivo, tras acordar todo, quedamos de vernos a las tres en los dichosos baños, en la parte general. Según su perfil y sus fotos se trataba de un oso en sus 40s, alto y robusto, con inicios de calvicie, piel blanca, cabello castaño. Solo de imaginarlo, me prendía. Por cierto, su nombre es Alejandro. Me dirigí al lugar, con un poco de nervios, ansioso, pero a la vez sabiendo que la espera sería corta, a diferencia de otras veces y otros hombres, con lo cuales podía estar por días hablando y no se concretaba nada, con este en cambio rápido se daban las cosas. También me causaba una cosquilla especial el estar en baños generales, puesto que, hasta ese punto nunca estado en estos, solo en privados varias ocasiones. No sabía que podía desencadenar el ver tantos hombres desnudos, pero estaba dispuesto a averiguarlo. Llegué a los baños, rozando la hora, pagué, me dirigí a ...
    ... desvestirme y dejar mis cosas, solo unas sandalias, una toalla y nada más. Así entré, aun con nervios. Busqué y no lo hallé, no había rastros de ningún oso, solo señores gordibuenos, pero casi la mayoría lampiños o con poco vello corporal, por lo menos para mi gusto. Un señor muy velludo del pecho (combinación rica entre cana), de bigote, aunque delgado, me explicó toda la onda, de seguro se dio cuenta de mi inexperiencia. Pero me confortó se portara buen plan conmigo, más tarde sabría era uno de los encargados. Mi ansiedad crecía y Alejandro no llegaba, por lo que me fui a sentar a un lado de las regaderas mientras varios hombres se bañaban. Entonces se me acercó un chico joven, moreno, regordete y de cara amistosa. -Hola, ¿es tu primera vez? -dijo. -Hola, sí. -contesté tímidamente. -¿Esperas a alguien o solo viniste a pasar un rato? -Ah, sí espero a un amigo, pero no lo veo, creo aun llega -le conteste. -Yo soy Alberto y vengo cada vez que puedo -¡Oh, que bien! Yo soy Hamlet- correspondí. Pasaba el tiempo y Alejandro no llegaba, empecé a preocuparme de que fuera a dejarme plantado, el tiempo transcurría y sin reloj ni la hora sabía. En tanto, seguía hablando con Alberto, lo cual me hacía distraerme y no ahogarme en mis pensamientos, en algún punto sentí tenía otro tipo de interés en mí, más luego pensé que tal vez ni eral caso, que no todos los hombres que asisten a estos lugares, son necesariamente gais. Me asomaba en la entrada, pero no lo veía llegar. LO que no le dije a ...
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