Mi primera vez
Fecha: 22/05/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pecho se escurrió hasta la parte del pantalón justo donde queda la polla de uno, cuando el mozo se percató que mi tranca estaba poniendo a mil, volvió a mi cara y dio nuevamente disculpas y sin dejar pasar la servilleta por mi cuerpo yo iba excitándome cada vez más, cuando estaba mi polla queriendo reventar por los movimiento el mozo dejó caer la servilleta y sin quitarme la mano de encima, suavemente daba movimiento a mi pecho sin yo poder decir nada en un movimiento más el mozo bajo su mano a la altura de mi polla y la empezó a sobar esto era nuevo para mí y era algo que me estaba matando de placer y por miedo a mi consciencia y a punto de correrme. le grité y le dije qué estaba haciendo, el mozo rápidamente se apartó de mí y sus palabras fueron que sólo estaba dando servicio a los clientes, sin decir nada el mozo salió del tocador y yo me quedé pensando por qué me habían gustado tanto aquellas caricias, no podía comprender lo que me pasaba a decir verdad la gente Gay nunca me cayó mal pero tampoco la trataba a menudo. Al salir del tocador me dirigí a la mesa con mi novia, iba un poco nervioso pues me daba la sensación de que todo los que estaban en el restaurante e incluso mi novia se habían dado cuenta de lo sucedido, al llegar a la mesa ya estaba el jefe de los mozos esperándome para disculparse de lo sucedido y a raíz de esto dijo que pidiéramos lo que se nos apeteciera pues esa noche la cuenta corría por parte de la casa, yo le comenté al jefe de mozos que no quería ...
... que nos atendiera el mismo mozo, a lo cual él estuvo de acuerdo. Al estar cenando no podía de dejar de ver al mozo que me atendió en el tocador, y con una mirado lo vigilaba hacia donde él se dirigía y esto me estaba matando y destrozando a la vez, pues cómo era posible que aquel joven como de unos 28 años, alto 1.75 mts blanco, ojos verde, mirada preciosa me estuviera llamando la atención, cada vez que él se percataba de mi vista él sólo sonreía y llenaba de calor todo el lugar, por lo que me estaba pasando llegué a tomar más vino de lo normal y se me subieron un poco las copas pero lo hacía para tratar de olvidar lo que me estaba pasando, cuando terminamos de cenar y sobre todo yo de beber dimos las gracias al jefe de mozos, yo dije que esto no lo tomaran tan a pecho pues solo había sido un accidente y que cualquiera lo pudo haber tenido. De regreso a casa yo le dije a mi novia que no me sentía con ánimos de pasar la noche en su casa, a lo cual ella reclama, pues era nuestro sábado sexual, yo insiste y le dije que no me sentía con ánimos, que lo mejor era que yo me fuera a casa, me diera un baño para quitarme el olor a vino y dormir que me sentía cansado, ella sin reclamar dijo que estaba bien, así que la dejé en su casa y yo me dirigí al mía. Al llegar a casa no podía olvidar lo sucedido y no dejaba de pensa en el joven mozo lo cual a la vez me estaba matando de angustia, no podía creer cómo era que me estaba atrayendo el muchacho. No era tarde eran como las 11:30 de la ...