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(4) Cuestión de bragas
Fecha: 26/05/2019, Categorías: Lesbianas Sexualidad, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
Aquella tarde era especialmente helada en el campus universitario. Adrián Martos sólo deseaba una ducha larga y caliente para hacer desaparecer los dolores de frío en las manos y la nuca. Cuando vio llegar a su amigo Alexandro Ejido comprobó que se encontraba con una temperatura más cálida e incluso con gotas de sudor por la frente. -Hey, Alex, ¿de dónde vienes? ¿De una sauna? –más que risa, le fastidió a Adrián. -Mucho mejor que eso. –Y se calló. -¿Y bien? ¿No me lo vas a contar? -No todo el mundo en este campus pasa frío. -Pues dime quién es y le pregunto cuál es el truco. -No hay ningún truco. Ella siempre está caliente como la fiebre. Cómo lo hace nadie lo sabe. -¿Ella? -Como eres nuevo no la conoces, pero se llama Ana Etxeberría. Sus sábanas están ardiendo las 24 horas del día. Todos y todas lo saben, y el que tiene frío se pasa por su cama. Ella te dará calor, cariño y mucho sexo. -¿Y de ahí vienes tú? -Sí, por 200 euros te cambia la temperatura y la vida. -Yo quiero ir. ¿Dónde se aloja? -No creo que puedas. Tiene toda la tarde pillada. Además, son servicios por cita. Si hubiese un invierno nuclear, Ana sería el único punto de calor en la zona. Es como un refugio. El que lo necesita va, paga y a disfrutar. -¿Qué es? ¿Puta? -Más que eso. Es una diosa del sexo. Una brisa cálida en medio de la heladez. -Me da igual. Dime qué habitación es. -Vale. 37-C. En el pabellón dos. Pero no creo que te… Adrián no le dejó acabar. Cogió el pasillo casi a la carrera y llegó en ...
... tiempo récord. Encontró la puerta y entró sin llamar. Enseguida notó un aire caluroso y pegajoso. Y el olor a coño sucio se te metía por las fosas nasales. Los primeros desnudos llegaron con dos chicas vaiviniendo por la habitación. Las persianas estaban medio bajadas y el sol de la tarde se filtraba como rayos luminosos. Habían apagado las luces pero pese a esto se veían las siluetas y se distinguían las caras. Aquello era el paraíso terrenal en medio de tanto frío otoñal. Y entre la penumbra, Adrián localizó a Ana revolcándose en la cama con una tercera chica desnuda. Era como una pelea salvaje entre besos, gemidos y arañazos. -Hey, tú –se le acercó Gabriela Olmedo desnudita y hermosa-. ¿Tienes hora con Ana? -No. -Entonces largo. En esta habitación todo se paga. -¿Puedo mirar? -Diez minutos. Treinta euros. -Joder, vale –le pagó Adrián. -Pero nada de cascártela. Miras sin tocar y luego te vas. Estaré pendiente de los diez minutos. -Vale. -Quédate aquí sin moverte. Como hagas algo que me joda te saco a hostias, ¿queda claro? -Muy claro. Y Gabriela se mezcló entre la penumbra. Desde su posición tenía una vista completa de la habitación. Ana rebuznó como un animal. Eso parecía ser un orgasmo. La chica gritó largo y tendido, hasta llegar el silencio. Las dos chicas que esperaban aplaudieron el buen final. -Me toca –dijo una. La de la cama se bajó asfixiada pero encantada. Gabriela avisó a la chica que podía subir a la cama con un “hala vamos” en el culo. Y empezó el proceso sexual ...