1. Volviendo a follar con mi cuñada II


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Incesto Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos

    ... la cara interna de sus muslos y su pubis. Las bragas de Maite ya denotan su excitación porque entre sus muslos aparece una clara marca de flujo. Le quito sus bragas dejando al aire su vagina que ante mis ojos aparece brillante, producto de su humedad. Maite se incorpora un poco y estirando de mis calzoncillos, hace que me levante ligeramente para proseguir hasta sacármelos por los pies. Acto seguido también me quita mi camiseta y hace lo mismo con la suya. Ya estamos de nuevo desnudos y volviendo a la misma posición tumbada pero un poco de lado, comienza una felación que me transporta al séptimo cielo. Que delicia de boca, que calorcito y gusto más agradable me hace sentir. Juega con su lengua acariciando circularmente mi glande y de vez en cuando absorbe todo lo que puede introduciéndosela casi hasta la garganta. Mis dedos juegan con sus labios vaginales y con su clítoris que ya está hinchado y pidiendo a gritos más caricias que no dejo de darle, logrando que sus jadeos y respiración se aceleren, cuando de repente y sacando mi pene de su boca lo aprieta fuerte con su mano y con su cabeza en mi vientre se deja ir en un orgasmo intenso al tiempo que su cuerpo entra en una especie de convulsión hasta que finalmente recobra de nuevo la tranquilidad. Es entonces cuando me dice que quiere sentirme dentro ya, pero yo tengo otros planes. Quiero que su deseo siga aumentando y verla disfrutar de nuevo. La incorporo y la siento sobre mí, con su culo encima de mi pene que no ha perdido ...
    ... la dureza. Nos fundimos en un abrazo y acariciando su cara, busco sus labios que acaricio con la punta de mi lengua, primero el superior, luego el inferior y seguidamente con toda la lengua los dos juntos. Pongo mi lengua entre los dos labios y fuerzo un poco la apertura de su boca, intento ir despacio, pero no le es posible y pasa a devorarme literalmente mi boca, enredándonos en una lucha de lenguas y caricias que nos hacen vibrar más aún. Mientras acaricio su espalda y piernas, voy incorporándome poco a poco y finalmente logro salir de debajo de ella y dejarla boca arriba tumbada en el sofá. Vuelvo a iniciar mis besos y lamidas desde su boca hacia el cuello, pasando por sus pechos y vientre, hasta llegar al pozo de los deseos, su vagina, que no necesita de mi saliva, puesto que nada más acercarme ya me ha empapado mi cara de sus ricos y calientes fluidos. ¡Ufff... que bien sabe su vagina!. Es el mejor de los licores que podría tomar. Comienzo a lamer sus labios externos, pasando a los internos y acariciando suavemente su clítoris con el dedo pulgar de mi mano izquierda que voy mojando de vez en cuando en sus fluidos y volviendo a acariciar su erecto clítoris. Cuando comienzo a introducir mi lengua un poco más allá de sus labios internos, lamiendo como si fuera un helado empieza a levantar ligeramente su vientre hacia mí, agitándose y jadeando cada vez más intensamente, pidiéndome que le apretara aún más su pecho con mi mano. Intento aplazar un poco su próximo orgasmo, pero ...
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