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Historia del chip (036): Vasile (Daphne 012)
Fecha: 29/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Dominación Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... te gusta más. A mí también. Llevo el chip así que no hay manera de que pueda tener un orgasmo, pero me encantaría saber cómo te gusta acariciar a una mujer abajo. Quiero que hagas lo que te da placer a ti siempre que no sea no más de un minuto. Vasile no se hizo rogar y acarició los muslos antes de rozar los labios húmedos y expectantes de Daphne. Con la uña arañó ligeramente la zona interior del clítoris antes de introducir un dedo. Daphne lo paró. —Todavía no, querido. Es pronto para eso. Perdería el encanto. Quiero pensar que cuando introduzcas un dedo es porque quieres que disfrute. Que lo harás sólo si crees que me lo he merecido. Que realmente me lo he merecido. ¿Te parece bien? —Te lo mereces. Eres tan fantástica. ¿Volverás? ¿Verdad? No me imagino que te vayas y nunca vuelvas cuando den de alta a tu amiga— preguntó con tanta ansiedad que Daphne sintió un poco de lástima por él. —Estudio un poco lejos y depende más bien de ella, pues es la que tiene el dinero. Vendré si ella viene. Pero es un poco pronto para hablar del futuro. Además, seguro que tienes un montón de mujeres esperándote. No quiero que te enamores de mí. Y menos ahora. Quiero sexo, quiero un hombre ansioso por magrearme. Un hombre que cuando piense en mí, tengan erecciones y en cuando me vea me arrincone en un pasillo y me obligue a vaciarle. —¿Y violarte? — inquirió Vasile, tanteando la típica fantasía masculina y también de muchas féminas. Daphne le contestó con una sonrisa. —No sería violación. ...
... Estaría encantada, pero podemos simular que me fuerzas si es lo que deseas. Me adaptaré a tus fantasías. Antes quiero estar segura de que no vas a contenerte. Quiero que los dos aprendamos rápidamente lo que le gusta al otro. Estoy segura de que te gusta la idea de tener a tu disposición mis senos y mis nalgas. ¿O prefieres llamarlas tetas y culo? — preguntó Daphne, tratando por todos los medios de excitarle. —Lo que más te guste a ti. ¿Seguro que no te importa que me dedique a tus tetas y a tu culo primordialmente? A muchas mujeres les parece mal, se sienten como objetos— preguntó Vasile con algo de inseguridad. No parecía entender la suerte que tenía. —De eso se trata. Mírame como un objeto. A casi todos os gustan las tetas y los culos y sobar cuando os apetece. ¿Quieres la lengua otra vez en tu falo? Deseo que lo pongas en mi boca en cuanto esté erecto y tengas ganas de eyacular. Nada de cortejos, preámbulos ni insinuaciones. Quiero un hombre que sepa admitir su excitación y que me ayude a aplacarla. Vasile llevó a toda velocidad su pene a la boca de Daphne, que consiguió que estuviera allí casi dos minutos regodeándose con él antes de que eyaculase mucho menos cantidad que antes. Lo limpió con cuidado sabiendo lo poco que les gustaba a algunos hombres que le tocasen el glande justo después de eyacular. Se tragó el esperma Una vez tragado el esperma le dijo: “No ha estado mal, pero creo que no me he ganado un escarceo. Tu esperma no tenía la vitalidad de antes o acaso te ha ...