(13) Reflexiones sin bragas
Fecha: 31/05/2019,
Categorías:
Lesbianas
Sexualidad,
Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
... mientras se levantaba del váter y se ponía los vaqueros. -Me toca, quita –se sentó en el váter y echó una gran meada. Ainhoa la fotografió en ese momento. -Para mi facebook. Alba posó con una mezcla de broma y obscenidad. -¿Habéis terminado de intercambiar meadas? Podemos ir al Burguer King y beber todo lo que queramos –barajó Ana. -Yo me apunto, vamos –salió del baño Ainhoa. -Alba, te esperamos en el Burguer King –también salió. -Putas, esperadme –se levantó del váter con los vaqueros en los pies y así fuera en el pasillo-. Tías, sois unas cabronas… Ainhoa y Ana se partieron el culo de risa viendo venir a Alba con los vaqueros aún bajados. -¿Qué coño miráis, putas? –se enfrentó Alba a varias chicas escandalizadas. Alba pudo subirse los pantalones y abrochárselos. -Eres una guarra, Alba. No te has limpiado –reía Ana. -Sois un par de cabronas –también acabó riendo Alba. Enseguida llegaron al Burguer King. Ana examinó las mesas y encontró una sin recoger. Se apropió de dos vasos usados para beber todo lo que quisieran sin pagar una moneda. Alba se llenó un vaso de Fanta de naranja. Ana lo hizo de coca-cola. -Luego voy yo –hizo ver Ainhoa. Mientras esperaba se fijó en la mirada descarada de un chico de 22 años, esperando en la cola para pedir. Ainhoa se le aproximó con cara de mala hostia. -¿Tú qué coño me miras? –se encaró Ainhoa con él. -¿Yo? ...
... Nada. -Vuelve a mirarme así y te muelo a palos, cabrón. Al instante, dos amigos del chico fueron en su ayuda. -¿Qué pasa aquí? -Nada, tíos –se disculpó el chico de 22 años. -Este baboso, que me follaba con los ojos –seguía encarándose Ainhoa. -¿Algún problema, mamones? –llegaron Ana y Alba. -Creo que estos hijos de puta quieren hacerse los gallitos de pelea –los chuleaba Ainhoa. -Tócanos un pelo y os denunciamos por violencia de género –avisó Alba. -La ley está de nuestro lado, pichas flojas –se contoneaba Ana. -No queremos problemas. Ya nos vamos. -Es la mejor decisión de tu puta vida. ¡Largo! –llegó a empujarlos Ainhoa. -¡Fuera de aquí, gilipollas! –le pateó Alba el culo a uno de ellos. -Mira cómo huyen. Parecen conejos acobardados –se burlaba Ana. -Me toca, Alba –le quitó Ainhoa el vaso y lo llenó de coca-cola. -No bebas mucho que te inflas de gas –rió Ana. -Tu también has bebido lo mismo, golfa. -Pero yo soy una pedorra y lo suelto todo por el culo. -Yo también me tiro pedos. Escucha –se tiró Ainhoa uno muy sonado. Alba se murió de la risa. -Eso es un pedito. ¿Quieres escuchar un pedo bueno? -Ten cuidado, Ani, te vayas a cagar –rió Alba aún más. Pero Ana hizo un esfuerzo rectal y soltó un pedo de cinco segundos. Ainhoa aplaudió. A Alba le dolía el estómago de tanta risa. Ana puso la señal de la victoria con la mano y dándose ella misma besos.