1. Por amor a la familia (día cinco - parte uno): El comienzo


    Fecha: 31/05/2019, Categorías: Transexuales Incesto Autor: lesliefer, Fuente: CuentoRelatos

    ... brochecito coqueto con un moño en uno de los lados, se veía realmente linda. Me senté frente al tocador y comencé a maquillarme, juvenil, natural, como una chica de escuela, solo algo de rubor, brillo en los labios, pestañas, me sorprendí al darme cuenta que mi rostro no necesitaba mucho para verse idéntico al de una chica, mis facciones andróginas lo facilitaban. Me puse unas pulseras de fantasía, muchas muchas, me gustaba ver mis brazos como una gitana, muchos colores, brillos, cristales. Tome el chaleco, que también era parte del uniforme y me lo puse, este hacia que mi cintura se acentuara, y junto con la falda tableada me daba una figura sumamente femenina. Busque los zapatos que las “niñas” solían usar esperando estos fueran más amplios y me quedaran, me los probé, me costó mucho trabajo que entraran pero me lastimaba demasiado, intente caminar pero no podía a causa del dolor en mis dedos, así que me los quite. Fui al closet de mi tía, y lo único que encontré, fueron unos zapatos tipo monja, nada bonitos, pero fue lo que se me ocurrió ponerme. Estando lista, me mire al espejo, era una persona que nunca había visto, el uniforme, el peinado, el tipo de maquillaje, hacían que pareciera mucho menor, aun teniendo 18 años parecía una niña de 14, con apenas sus curvas formándose. Camine hacia la escalera, esta vez no había sonido de tacones, lo cual extrañe mucho. Me coloque en la orilla, respire y comencé a bajar despacio, escalón por escalón, deteniéndome del barandal con ...
    ... una mano y con la otra haciendo equilibrio. Cada paso que daba hacia abajo, mi corazón palpitaba más fuerte, estaba nerviosa, que diría mi tío? Que estaba pasando? Que iba a pasar? En cada paso sentía la falda moviéndose en mis piernas, sentía el resorte del sostén apretando mi torso, era un montón de sensaciones reunidas en un solo instante. Me pare en la entrada de la cocina y coloque mis manos detrás de mí, mientras me meneaba con timidez, podía sentir mi rostro y mis orejas calientes, el revoloteo en el estómago estaba presente; estaba muy nerviosa y emocionada. Mi tío estaba volteado sobre la barra, pero cuando sintió mi presencia, volteo hacia mí, era la primera vez que lo veía sonreír, -“hija, te ves preciosa”- camino hacia mí, tomo mi rostro con sus dos manos y me beso en una mejilla –“siéntate, te prepare el desayuno”- me senté con algo de vergüenza, pero con mucho cuidado de mi feminidad, me detuve la falda mientras me sentaba y me puse en una postura derechita, con las rodillas juntas, era difícil mantener esta posición, ya que como hombre, mis posturas siempre fueron más desalineadas. Desayunamos con muy poca conversación, sin embargo, el estar frente a él, y haciendo cosas cotidianas, me seguía provocando excitación, ya podía sentir demasiada humedad en mi trasero, era tanta la excitación que ya había escurrido por la hendidura, haciendo que prácticamente pusiera el presemen entre mis nalgas, justamente en mi ano, me sentía lubricada, tal como una chica debía ...
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