Por amor a la familia (día cinco - parte cinco): La cena
Fecha: 01/06/2019,
Categorías:
Transexuales
Incesto
Autor: lesliefer, Fuente: CuentoRelatos
... hacia acá, espontáneamente escaparon de mi boca dos palabras, no sé si eran de emoción, de aviso a mi acosador, de alivio o incluso de temor: como una niña que está haciendo algo indebido, solo dije en voz más fuerte: “mi papá!” El hombre pareció no asustarse, no se sobresaltó, pero saco su mano lentamente de debajo de mi vestido, me soltó de la otra sin dejar de verme a los ojos, se abrió un poco su saco y sacó una tarjeta, bajo la mano nuevamente y la metió directamente bajo mi falda, con habilidad puso la tarjeta bajo el encaje de mi media mientras decía: “si un día quieres pasar un muy agradable día, ahí te dejo mi número” saco su mano justo un par de segundos antes que mi tío llegara a la mesa, el hombre se puso de pie y se dirigió a él, lo abrazo con un brazo y comenzó a bromear, vaya que si el tipo tenía agallas!!!!! Que atrevido!!! Era un cínico, Yo estaba aun congelada, con la mirada de temor fija en los dos hombres que conversaban alegremente. Ahora sentía algo raro, atracción por la osadía de ese hombre, eran dos sentimientos encontrados, por un lado coraje y por otro admiración. Me había sentido de alguna forma ultrajada, pero, irónicamente, me sentía atraída hacia el. Se despidió de mi tío, que también conversaba con otros dos hombres, alcance a oír que le decía: “voy a despedirme de tu hija” mi tío asintió con la cabeza, estaba demasiado feliz y ocupado para darse cuenta de algo. El hombre se acercó, me tomo la mano, dijo: “un placer, señorita” se abalanzó ...
... sobre mí para despedirse de beso directamente hacia mi boca, pero yo gire instintivamente mi cabeza, me lo dio justo en la comisura de los labios, improvisando a causa de mi reacción, cuidando el ángulo en que había quedado me susurra al oído: “ya sabes”, se levantó y se alejó por mi espalda, no pude verlo y no podía voltear, aunque me moría de ganas de hacerlo. Maldito hombre! Se había metido en mi mente. Miles de cosas pasaban por mi cabeza, el recuento de este día principalmente, empecé a reír como una loca, pero no de forma estrepitosa, apenas tenía un día de chica y ya tenía 3 pretendientes. Entonces una de las señoras me hizo una seña, me decía que me acercara hacia ellas. Le agradecí, con una sonrisa y asintiendo la cabeza, demostrándole que estaba bien en mi lugar, pero ella y otra mujer insistieron. Me levante con cuidado, tapando mi escote, tome mi bolso y me senté a lado de ellas, la verdad eran muy divertidas, eran un montón de señoras con platicas picantes, quizá por la carencia de sexo que ahora vivían. Me empezaron a hacer preguntas indiscretas, pero igual que en el baño, no podía contestar una cuando la otra mujer ya estaba preguntándome otra cosa o una tercera comentando acerca de la posible respuesta de la primera, me relajaba con sus ocurrencias, reía, pero limitaba mis carcajadas temiendo se me saliera un sonido más masculino. Me hacían preguntas juguetonas como si ya había “probado” a algún hombre, pero otra regañaba a la primera diciéndole que como se le ...