Por amor a la familia (día cinco - parte cinco): La cena
Fecha: 01/06/2019,
Categorías:
Transexuales
Incesto
Autor: lesliefer, Fuente: CuentoRelatos
... obscuras piernas de el, meneaba mis pierna que estaba cruzada sobre la otra al tiempo que veía el zapato en mi pie. Todo era gozo. Cuando las uñas secaron, me puse de pie, estaba espectacular, despampanante, increíble, jamás me hubiera imaginado que yo estaría así vestida, me atreví a pensar que me veía incluso más bella que mis primas. Me sentía superior, suprema. Fui al closet y busque un abrigo que yo les había visto a ellas con anterioridad, era negro un poco más largo que el vestido que traía, busque una bolsa rosa, no fue difícil, ya que la mayor era fanática de las bolsas y tenía demasiadas, de todas formas, tamaños y colores. Baje la escalera como en cámara lenta, con el saco doblado sobre uno de mis brazos y el bolso en la otra mano, era mi presentación, mis xv años, mi noche, era una diva, mis brazos hacían equilibrio haciendo la pose aún más femenina. Mi tío me observaba embobado desde abajo, con las manos dentro de las bolsas, realmente estaba impresionado. Yo desde mi posición, desde arriba, le sonreía. Llegué frente a él, y le dije sonriendo: “como me veo?” Al tiempo que giraba sobre mi propio eje dando pasitos diminutos. “hermosa”-dijo, tomo el abrigo se puso detrás mío y me lo puso con mucho cuidado, saco mi cabello con cuidado y volteo a verlo, el seguía sonriendo, era increíble, lo tome del brazo y salimos por la puerta principal, los tacones me daban una altura que provocaba elegancia. El carro estaba estacionado en la calle, pero esta vez no me ...
... importaba nada, estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no sentía temor de que algún vecino nos viera, yo era la reina de esta noche. Me abrió el carro como todo un caballero, yo subí de la forma más femenina y sutil que ya había dominado, gire y me senté correcta, con mis piernas juntas. Cerro la puerta y dio la vuelta al auto, subió y lo prendió, sin poder quitarme la mirada de encima, yo no lo veía a él, yo me estaba viendo a mí misma en el espejo de la visera y en el lateral. Estaba llena de soberbia. El trayecto a la fiesta fue raro, yo seguía metida en mí misma, había olvidado que estaba en el carro, había olvidado a mi tío, no dejaba de ver mis ojos en el espejo de la visera, los abria y cerraba rápidamente con alegría, volteaba al retrovisor lateral y me sonreía mientras jugaba con mi cabello, cruzaba mis piernas para sentir las medias, sonreía nuevamente y me volvía a ver ahora los labios en el otro espejo, lo apretado del corsé me dificultaba el respirar pero me gustaba. Volví a la realidad hasta que el carro se detuvo frente a la entrada de un edificio clásico con una fuente en el frente. El lugar era en un impresionante, era una especie de hotel, una mansión como de película, donde había una fila de autos parándose frente a la puerta principal en donde estaba un vallet parking, los empleados abrían la puerta de las señoras, ellas bajaban con sus mejores atuendos, todas arriba de los 50 años, muy elegantes, entonces es cuando volví a la realidad, estaba vestida de ...