LA DECENTE
Fecha: 02/06/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mientras salía mi leche, decía: -¡Qué rica, qué rica, que rica...! Al final la acabo bebiendo. Al acabar busqué sus labios. Me besó. Su lengua me volvió a poner palote. Cogio mi mano derecha y la metió detro de sus bragas. Metí dos dedos dentro de su chochito y la masturbé. Poco después, entre besos, me decía: -Vas a hacer que me corra. Estoy a punto, ¿pero no te gustaría más que me corriera en tu boca? -¡Me encantaría! ¡La de veces que me corrí al masturbarme pensando que te corrias en mi boca! Le quité la blusa y las bragas. Ella se quitó las zapatillas. Sentada en el sillón. Reclinada hacía atrás y estando yo de rodillas, se la empecé a mamar, a lamer y a chupar... Sus gemidos se fueron haciendo más intensos. Comenzó a temblar, y me dijo: -Eres el primero que me, que me, que me, que me, ¡¡que me cooooooooorro!! La Decente, se corrió como una loca. Su cuerpo se estremecia y daba sacudidas. Su chochito me dejó el mentón y el cuello empapados. Cuando acabó, me dijo: -Eres lo más dulce que he encontrado en mi vida. -Eso de que fui el primero... ¿Es que tu marido nunca te la comió? -Dice que no le gusta. Creo que le da asco. -¿Estás virgen en algún otro sitio? -Estoy, pero para eso la tienes demasiado gorda. -Supongo que te refieres al culo. -Supones bien. -¿Bueno, follamos o no follamos? -Por nada del mundo dejaría de tirarme un virguito. Pero antes vamos a hacer otra cosa. Me llevó a su habitación. Me desnudó. Me echó sobre la cama. Primero me la chupó, luego me dijo: ...
... -Hagamos el 69. La segunda corrida me gusta más que la primera. Ya en faena. Comiéndosela... -Joder. Eres un diablo. Me tienes al borde del orgasmo. Tú ya hiciste esto antes. -No, no lo hice, pero viendo porno se aprende. -Me voy a correr, fiera. Estoy llegando. ¿Me la quieres beber? -Sí. -Pon la boca debajo de mi chochito que me toco y ya me corro. Se tocó. y estremeciendose, gimiendo y entre sacudidas, el flujo de su corrida fue cayendo en mi boca. Se la bebí y me gusto. Quizas lo saboreé tanto porque sabía que ella también se iba a beber la leche de mi corrida. Después, de beberse mi leche, uno al lado del otro. y entre besos, me dijo: -¿Te importa que suba y te folle yo a ti? Es que la tienes tan gorda que me podrías hacer daño. .¡Qué va! Es otro de mis sueños! Aunque cuando me masturbo imagino que me corro dentro de ti. -Y te vas a correr dentro. Tomó la píldora y no hay pèligro. Subió encima. Cogió mi polla y la fue metiendo. Entraba apretadísima. Iba por la mitad y me corrí dentro de ella. Estaba cachondísima. -¡Mas, quiero que me des más leche! Al entrar hasta el fondo, me volví a correr. Se puso como una loca. -¡Más, quiero más leche! Empezó a meterla y a sacarla. Un par de minutos más tarde ya entraba y salía, apretada, pero con normalidad. La Decente, no paraba de gemir. Cuando estaba a punto de correrse, paraba. Me daba las tetas a chupar y desués seguía, a la cuatra vez, le pregunté: -¿No te quieres correr? -Claro que sí, pero haciendo que dure me corro con más fuerza. ...