Con la tía caliente de mi mujer
Fecha: 03/06/2019,
Categorías:
Confesiones
Hetero
Autor: Edgard, Fuente: CuentoRelatos
Este relato lo escribo desde una habitación de un hotel, con la mujer protagonista del mismo. Hace unos tres meses atrás ni esposa me presento una tía que las había venido a visitar con motivo del cumpleaños de mi suegra, Carmen es una mujer de unos treinta, tres años casada, pero que por efectos de la migración su marido no se encontraba con ella desde hacía dos años, es muy bonita con unos exuberantes pechos que llaman a la tentación y al pecado, su cuerpo se mantiene terso y joven, no tiene hijos, con una mirada muy sensual con quien ella considera puede iniciar una amistad. Nos presentamos y comenzamos a platicar sobre nuestras vidas y sobre la familia, invite a mi esposa, suegra, una cuñada y a Carmen, que fuéramos a un lugar para bailar por lo que todas estuvieron de acuerdo. Mi suegro no quiso ir. En la casa se encontraba un amigo, Héctor, que se apuntó también para ir a bailar. Nos encontrábamos en el baile, tomando y disfrutando. Al principio bailé con mi esposa y mi suegra, cuando Carmen me pidió que la sacara a bailar, lo que hice de inmediato me comenzó a susurrar al oído que por que la esquivaba, le conteste que pensaba que no le gustaba bailar, lo que me contestó me dejó helado "Me gusta bailar y otras cosas más ricas". Terminamos el baile y volvimos a la mesa, mi cuñada que nos había observado me dijo “parece que mi tía quiere algo” me hice el que no había escuchado y nos marchamos. A la semana siguiente mi esposa me dijo que su tía Carmen, había regresado y ...
... que le había pedido que la invitáramos a salir el viernes en la noche por lo que dije que estaba bien. Esa noche solo salimos mi cuñada Besy y Carmen, ya que Mercedes, mi esposa, tenia examen en la Universidad y no podía acompañarnos. Mi cuñada es de unos 22 años, pero tiene un carácter pesado y aunque tiene un buen cuerpo no es muy bonita y sé que le gusto por sus insinuaciones. Esa noche ella tomo más de la cuenta, y se quedó dormida en la mesa, Carmen y yo aprovechamos para bailar. Ella tenía puesto un traje negro muy ajustado y cuando se sentaba dejaba ver su entrepierna y resaltaba su pequeña tanguita color roja. Al estar bailando con ella sentía como su cuerpo se ceñía al mío, su respiración cerca de mi cara y su olor me tenía excitado, a tal grado que mi verga buscaba como loca salir de su prisión y aunque no lo lograba, Carmen sintió ese deseo de mi verga y me dijo, “Carlos me parece que la tía Carmen te está poniendo caliente”, le dije que disculpara y me contesto que eso le gustaba ya que también estaba viva, me dijo que si al día siguiente la podía acompañar al cine ya que ella no conocía muy bien, a lo cual accedí. Por la tarde, nos encontramos en un centro comercial y entramos al cine, solo había 5 personas. A los minutos de haber comenzado la película me dijo que quería ir al baño y cuando regresó me introdujo algo en la bolsa de la camisa, creí que era un pañuelo y cuando lo saqué vi que era su tanga, me miró y me dijo “me molestaba”, nos acercamos y nos besamos, ...