Con la tía caliente de mi mujer
Fecha: 03/06/2019,
Categorías:
Confesiones
Hetero
Autor: Edgard, Fuente: CuentoRelatos
... su mano empezó a buscar mi verga la que ya estaba en todo su esplendor de dura, comencé a introducir mis dedos en su raja, pequeños chorros de semen goteaban y me servían de lubricante en mis masajes de clítoris que le estaba dando, su respiración se oía entrecortada, sentí como sacaba la verga de mis pantalones y sin percatarse si nos estaban viendo, dirigió su boca hacia la cabeza de mi verga, comenzó a mamarme y chupar mis jugos, lo que al parecer le excitaban, mis dedos buscaban como locos introducirse más dentro de ella, saque mis dedos y se los introduje en su boca algo que la excitó aún más, cuando volví a introducírselos sentí como Carmen comenzaba a tener un orgasmo que la hacía mamar con locura y sus gemidos ya se escuchan en el cine, sin embargo a nadie parecía importarle, ese ambiente de indiscreción hizo que me excitara más provocándome una explosión de semen en el momento en ella tenía atrapada toda mi verga hasta el fondo de su garganta, sentí que mi cuerpo se sacaba como una pasa, sentí esa sensación por varios minutos hasta que ella soltó mi verga después de haber tragado todo mi semen. Fuimos a un restaurante y me confeso que tenía más de dos años de no hacer el amor y que lo había disfrutado al máximo, pero que necesitaba una buena cogida, por lo que quedamos de vernos al día siguiente. Esa promesa no pude cumplirla ya que en el trabajo me informaron que tenía que salir ese día por una semana y no le pude avisar a Carmen. Ella me esperó en el lugar ...
... acordado y al ver que no llegaba regresó a la casa. Dos días después se fue para su lugar de origen y no volví a verla hasta dos meses después, cuando en casa de mi suegra me informaron que Carmen llegaría la próxima semana. El miércoles me levante más temprano que de costumbre y le dije a mi esposa que estaría de viaje por dos días, luego me trasladé a la Terminal de buses en donde encontré a Carmen. —Pensé que no vendrías ya que la última vez de dejaste plantada, esa llamada tuya el día de ayer me emocionó y le dije a mi hermana que llegaría hasta el viernes como me dijiste. Nos trasladamos a un balneario en la costa norte, llegamos un poco tarde. En la noche fuimos a cenar a un restaurante, pedimos mariscos pensando en el desgaste que íbamos a sufrir. Durante la comida sus pies rozaban mi verga y yo cautelosamente deslizaba mi mano por su abultada concha. Nos trasladamos al hotel y pidió que le llevaran fresas con crema, las que llevaron cuando salíamos del baño. Comenzamos a acariciarnos, inicié una exploración exhausta y a profundidad de su clítoris el que ya se encontraba húmedo por la excitación, quería introducir toda mi cara en su panocha la que emanaba un rico olor a sexo. Nos dimos vuelta en la cama en un 69, yo me encontraba abajo, mientras ella acercaba la bandeja con las fresas y la crema con la que empezó a untarme en la cabeza de la verga coronándola con una fresa y empezó a engullir aquel delicioso postre de verga. Su lujuria me excitaba tanto que le introduje una ...