Se notaba que le gustaba que se la chupara
Fecha: 04/06/2019,
Categorías:
Confesiones
Sexo Oral
Autor: Lery, Fuente: CuentoRelatos
... maliciosa. Se había percatado de lo cachonda que estaba. Me pregunto, si salíamos a fuera para hablar y tomar un poco el aire, sin el agobio de tener a tanta gente cerca. Acepté su petición, la verdad es que necesitaba un poco de aire, además de que estar en una discoteca con tanta gente se hacía estresante. Al salir, ya no teníamos la luz neón, casi ya era de día las seis de la mañana tal vez o las siete, no lo sé, el tiempo se había pasado volando con él. Nada más pasar por la puerta de salida, no dejó que respirara un poco de aire fresco, me cogió la mano y me dijo que me iba a llevar a un lugar apartado, un sitio donde estaríamos tranquilos. Fuimos a un portal que estaba al doblar la esquina de donde estaba la discoteca, allí casi no pasaba nadie, solo se podía escuchar el ruido de las personas gritando unos a los otros, risas, una aglomeración de voces a lo lejos. Allí me volvió a besar, poniendo su mano detrás de mi nuca, un beso de lengua, mordiéndola suavemente y jugando otra vez con ella. Después bajo las dos manos a mi culo, subiendo poco a poco mi vestido, esquivando mi tanga de encaje negro puso sus dedos dentro de mi sexo. Mis piernas temblaban de placer y del morbo, de tener sexo en un sitio; en el cual, cualquier persona pudiera vernos. Movía sus dedos rápidamente, yo no podía evitar estremecerme y producir suspiros en su oído, mi respiración aumentaba y lo besaba desenfrenadamente. Al quitar sus dedos de mi vulva, estaban complemente mojados, yo me avergoncé ...
... de estar tan mojada. Sin embargo; él parecía disfrutar con ello, porque los lamió, con cara de placer y me dijo que verme tan cachonda le ponía muy excitado. Al decirme esto, puso mi mano sobre su pene, pude notar lo excitado que estaba. Le miré fijamente y bajé a abrirle el pantalón, bajándolo hasta la rodilla, toqué primero por encima de su calzoncillo azul su sexo; después se los quité pudiendo ver por fin su pene. Era enorme y estaba súper erecto. Le besé suavemente la punta de su pene pasando de ahí hasta los huevos, con besos suaves y mojados. Sujeté con una mano su miembro, y seguí comiéndome todos sus huevos, volviendo otra vez a la punta. Cuando estaba ahí, con mis labios carnosos bien mojados, hice con la ayuda de mi mano que toda la punta se resbalara por mis labios, abriendo mi boca e introduciendo completamente su polla en mi garganta. Volví a meterla en mi boca una y otra vez, hasta el fundo. Mientras jugaba con su pene miré su cara, él también me estaba mirando fijamente, estaba muy excitado. Puso sus manos en mi cabeza y comenzó a moverla una y otra vez, yo no paraba de mirarlo, su cara de excitación me ponía cachonda. Me cogió por el pelo y me dijo que me levantara, al hacerlo me beso y con sus manos me subió las piernas a su cadera. Yo, aún llevaba mi vestido puesto al igual que el tanga. Me puso contra la pared de la parte de fuera de aquel portal y esquivando un poco mi tanga me metió su pene en mi vagina hasta el fondo. No pude evitar soltar un pequeño ...