1. En manos de dos perversos (4)


    Fecha: 06/06/2019, Categorías: Gays Dominación Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... jadeaba en cuatro patas,sintiéndome cada vez más un perro, la mascota de estos dos viejos, cuando la “señorita”, mientras don Ángel reponía fuerzas echado de espaldas en el piso, me agarró del pelo, se sentó en el borde de la cama, me puso de panza sobre sus rodillas como si yo fue apenas un bulto, un paquete, y me dijo: -Me quedé con ganas de seguir dándote, Jorgito… Te voy a pegar hasta dejarte el culo echando humo y ya sabés lo que tenés que hacer después de cada chirlo… -S… sí, sí,“señorita”, sí… -y encima sentí el primer golpe… -Uno… gracias, “señorita”… -y la paliza siguió mientras yo tenía la impresión de que me pegaba más fuerte que nunca… A medida que los chirlos caían uno detrás del otro sobre mis nalgas yo sentía crecer mi deseo de que don Ángel me metiera por fin su verga y me inundara el culo de leche… Cuando me levanté mis piernas temblaban, por el ardor que los chirlos me habían provocado en las nalgas y por el deseo intenso de ser penetrado por don Ángel y también por la posibilidad de que esos tres amigos de él se ...
    ... sumaran para abusarme… Don Ángel se envaselinó la pija y me la metió sin miramientos ni delicadeza alguna… Gemí, primero de dolor y después de goce cuando la sentí bien adentro de mi culo y que iba y venía mientras mi violador me sujetaba por las caderas y hacía lo que nunca había hecho: me insultaba, me humillaba y degradaba verbalmente… ¡Y ese tratam,iento infamante me calentaba muchísimo! -¡Sos un perro!... ¡Un perro hambriento de vergas!... ¡Un perro cada vez más putito!... -S… sí, don Ángel, eso soy… ¡Un perro!... Un perro suyo y de la “señorita”… Don Ángel empezó a jadear mientras aumentaba el ritmo de sus embestidas y dijo: -¿Lo oyó, María? ¿oyó lo que dijo el muy putito?... -Claro que lo oí, Ángel, y ya que dice que es un perro lo vamos a tratar como el perro que es… Llénele el culo de leche y después le cuento lo que se me ocurrió… Cuando escuché a “la señorita” aumentaron mis ganas de que don Ángel me inundara el culo con su leche y después enterarme de lo que se le había ocurrido a esa solterona tan perversa… (continuará) 
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