1. con mi primo deseado


    Fecha: 06/06/2019, Categorías: Gays Autor: jotarico, Fuente: SexoSinTabues

    ... besar. Ah. ¿Te ha gustado? Creo que sí ¿Quieres que lo haga otra vez? No sé. No. Bueno sí. No sé. Si tú quieres – Lo dijo como queriendo dejarme la responsabilidad. Como si la cosa no fuera asunto suyo. Bueno, pues voy a hacerlo de nuevo – le dije. Así qué volví a besarle. Fue un beso parecido al anterior. Intenso, sin lengua, de unos segundos interminables. Sus labios estaban cálidos y carnosos. La sensación fue muy erótica e intensa. ¿Qué tal? No sé, no ha estado mal. A todo esto, seguíamos muy juntitos, casi abrazados, susurrando como dos amantes. Decidí seguir adelante. Volví a besarle, esta vez sin pedirle permiso, esta vez con lengua. No se resistió. Mi lengua entró en su boca, se entrelazó con su lengua. Me gustó su sabor. Era muy distinto a besar a mi mujer. Sabía a hombre. Me sentí tremendamente excitado, femenino. La cosa se fue calentando hasta el punto de terminar en un morreo bestial. Con lengua, mezclando salivas, abrazándonos y restregándonos. Nos separamos. Uffffff – dijo Javier. Uffffffffffffffffff- dije yo – ¿qué tal? No sé, me ha molado un huevo ¿es que somos homosexuales o qué? Y yo que coño sé. Lo único que quiero es seguir. ¿Qué hacemos? Lo que surja – Y me lancé sobre él. Seguimos besándonos, abrazándonos. Le metí las manos dentro del pijama y él a mí. Nos sobamos el culo, la espalda, nos restregamos. Entonces le tumbé boca arriba y le dije: Déjame mamártela. Soy todo tuyo. Javier, no te puedes imaginar como he deseado esto. Así que se tumbó boca ...
    ... arriba en la cama y yo le quité la camisa del pijama. Empecé a besarle el cuello, los pezones, el vientre. Seguí bajando hasta llegar a mi objeto de deseo. Le bajé los pantalones. Nos miramos. Sus ojos decían: “Sí, sí, chúpamela por favor”. Así que decidí no hacerle esperar. Miré su polla, tantas veces deseada por mí. Se la toqué, le descubrí el capullo. La olí. Mmmmmmm que olor a macho. Acerqué mi lengua, junté punta con punta, lengua con polla, noté la atracción. Qué bien olía ese rabo, ese macho. La lamí, la besé. Le miré los ojos. Ardía de deseo. Chupámela ya cabronnnn. La metí en mi boca y se la mamé como tantas veces había soñado, como en tantos videos porno había visto. Estuve como cinco minutos mamándole la polla, acariciándole, besándole en la boca, hasta que se corrió. En cuanto noté que se venía, volví a meterla en mi boca. Se la chupé hasta hacerle eyacular. Lo hizo en mi boca. Como tenía que ser. Como yo deseaba. Recibí su semen y lo degusté. Mmmmm qué manjar. Que sabor y olor, que textura. Fue impresionante. Javier cayó exhausto. Nos abrazamos. Nos besamos. ¿Qué tal? – le dije. Ufffff. Ha sido increíble. Mi mujer jamás me dio tanto placer. No me lo puedo creer, me has dejado correrme en tu boca. Sí, y ha sido un placer. Bueno, ahora me toca a mí ¿no? Eso creo – dije, y me tumbé boca arriba. Al cabo de diez minutos y de correrme en su boca, ambos nos acostamos desnudos, juntos, abrazados, y nos quedamos dormidos. Nos despertamos tres horas después. Un beso de buenos ...