Mi primera verga: culo destrozado por mi tío (2a parte)
Fecha: 07/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: RodrigoMH, Fuente: SexoSinTabues
... el primer chorro de leche tibia correr por mi garganta. Él continuaba apretando y yo me sentía demasiado ahogado, comencé a forcejear para poder respirar mientras él bramaba por su orgasmo depositando cada vez más semen en mi boca. Mis ojos estaban hinchados, sentía que explotarían, pero me apretó con más fuerza con ambas manos: mi cuerpo menudo y pequeño nada podían contra ese hombre fornido mucho más grande y pesado que yo. Dio un último espasmo antes de soltarme, apenas me sentí liberado giré sobre mí y tosí derramando parte de su abundante semen sobre su abdomen –No, no… ese es para ti putita, cómetelo!- ordenó y me llevó con fuerza cogido del pelo a su cuerpo… aún no me reponía del todo y tuve que lamer el semen que derramé sobre su cuerpo. –Trágalo!- ordenó mientras aún me sostenía del pelo. Tuve que hacerlo, pero me encantó esa bestialidad con la que me sometía. Luego me besó e introdujo su lengua con fuerza a mi boca para saborear los restos de su semen. Me sentía extasiado. Me llevó a su cama, donde me ordenó ponerme en 4 para lamer mi culo y darme nalgadas. Yo estaba duro como roca de nuevo y cada uno de sus actos me excitaba más y más. Comenzó con ello mientras me insultaba, gritaba y escupía, yo solo asentía y obedecía a sus peticiones. Abría mi culo con sus dedos y yo gemía de dolor y goce. Estuvimos mucho rato, no sé cuánto tiempo, en ello, yo había perdido toda noción de tiempo y espacio… sabía lo que se me venía de un minuto a otro. Tenía muy mojado mi ...
... culo cuando comenzó a golpear con su pija otra vez dura mis nalgas. Mi ano se apretaba y soltaba sin control y él seguía azotándome con ese gran trozo de carne dura. Puso el glande en la entrada de mi culo –Ahora sabrás lo que es un macho de verdad- dijo para luego introducir, solo la cabeza, en mi virgen culo. Era tan cabezona que lancé un grito de dolor angustiante, el peor grito que he dado en vida –Cállate!- ordenó –Puede haber alguien en las cabañas del lado- dijo mientras hundía mi cabeza en una almohada. Al hacerlo entró unos centímetros más y volví a gritar con angustia, esta vez conteniéndome y ahogando el grito en esta almohada. –Ahora te sientes perra verdad, todavía quedan varios centímetros afuera… aguanta! tú lo pediste- Dijo antes de comenzar a moverse de a poco dentro de mi culo, desgarrando y abriéndolo por primera vez. Yo gemía de dolor y placer a la vez mientras me daba de buenas y fuertes nalgadas. De mi glande corrían hilos de líquido preseminal, estaba a punto de estallar, sin tocarlo aún. Fue introduciéndose más y más en mí. Cada centímetro era un nuevo dolor punzante, angustiosamente placentero, una sensación indescriptible. De a poco fue acelerando la velocidad de las embestidas brutas que realizaba, y yo gemía sintiendo que me desgarraba, algo así como una gran espada que me violentaba por todo el interior de mi abdomen. Jadeando y quejándome miré hacia el lado y vi nuestro reflejo en un espejo dispuesto en la puerta. La escena fue maravillosa, yo la ...