Cornudo en el camion ( 1 )
Fecha: 09/06/2019,
Categorías:
Fetichismo
Voyerismo
Tabú
Autor: parejafartun, Fuente: xHamster
... ni quiso soltarla. La acarició con ternura y la pija creció más. Latía. Y cada latido le estremecía el vientre.Estuvieron así algunos minutos. Viole terminó agarrándola toda entre sus dedos, mientras él manejaba, apretándola un poco, llenándose la manos de verga gruesa. Renzo avanzó hacia ella, siempre en silencio, le tomó la nuca con delicadeza y lentamente la inclinó hacia su pija. Mi novia ofreció una mínima resistencia, mirando hacia mí y comprobando mi respiración pesada, de dormido. Y claudicó. Se llenó la boca de pija y su lengua recorrió cada centímetro de la carne dura de Renzo. Lo pajeó, lo mamó, lo feló como una experta y se dejó manosear los pechos, la panza, parte de la cola, todo.Quince minutos chupándole la pija hicieron que Renzo le explotara en la boca llenándosela de leche. Mi novia la tragó con el respeto que le merecía el poseedor de semejante pija.-Sabía que eras una piba gauchita apenas te vi, linda… Lástima que traemos al cuerno, sino parábamos y te devolvía las atenciones con una revolcada como no tuviste en tu vida…La promesa excitó más a mi novia. Pero lo disimuló:-No le digas así a Henry…-¿Te coge bien?Mi novia dudó. Y dudó. Y dudó. Al cabo, se encogió de hombros.-Me quiere mucho…-Yo te cogería como Dios manda…Se pasaron teléfonos. Cuarenta minutos más tarde yo me despertaba de la siesta.-¿Cuánto falta? -pregunté sin haberme enterado de nada.El resto del viaje fue como al principio. Muy buena onda, chistes, anécdotas. Renzo era un tipo fuera de ...
... serie, como esos tíos macanudos, o esos amigos entrañables. Nos dejó en la puerta de casa, para lo que tuvo que entrar al pueblo. Nosotros le habíamos dicho que no hacía falta, pero él insistió. Hoy creo que tenía la esperanza de que lo invitáramos a pasar.Nos cruzamos teléfonos y nos prometimos volver a vernos, con la certeza de que jamás lo haríamos, como las amistades que uno hace en los veraneos.Pero una semana después, Renzo llamó. Tenía un viaje no sé a dónde e iba a pasar por el pueblo, y nos preguntaba si queríamos que nos visitara.Pasó el viernes a la noche con dos botellas de buen vino.Ya desde el momento en que se confirmó la visita, noté a mi novia un poquito alterada. Nada malo, ni grave. Debí imaginarme por dónde venía la cosa cuando se cambió para la cena en casa. Un vestidito tipo oficina, formal pero muy sexy, a rombos grises y negros, de gran escote y que terminaba en minifalda. La generosidad de sus curvas y la juventud, con esa ropa, eran una tentación para cualquiera. Se había planchado el pelo y se había peinado con un flequillo, también. A mí el flequillo no me agradaba demasiado, la hacía verse un poco más puta y más barata. Aunque eso me calentaba.Cenamos. Realmente la pasamos muy bien. No noté nada raro -no tenía por qué hacerlo- aunque se advertía que entre ellos dos había como una química especial. Nada sexual, y tampoco nada excluyente hacia mí. Pero se les notaba un entendimiento natural.Entre el vino y el cansancio por una jornada agotadora en mi ...