Manuela (13)
Fecha: 11/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tiempo en hablar a tu edad. Hasta mañana, joven" Cierran la puerta de la suite y yo me desnudo para acostarme cuando llaman suavemente a la puerta; tengo la secreta esperanza de que Teresa y sus tetas prodigiosas se hayan acordado de mí. "¿Puedo pasar?; me gustaría hacerle caso a mi abuela" Agradable sorpresa: Avelinda, vestida con un albornoz del hotel, se introduce en la habitación con una agradable sonrisa. Perfecto. Como el albornoz le está muy grande lo primero que hace es quitárselo y tengo la oportunidad de ver un cuerpo delgado muy moreno, con una piel tersa y un cutis perfecto, pechos pequeños, altos, que apuntan a los lados con pezones en brioche semiocultos por la oscura areola, caderas anchas, culo más bien grande y muslos algo gruesos. Me gusta mucho y el claro estado de excitación en el que se encuentra (ojos brillantes, labios rojos mojados, respiración que empieza a agitarse, caricias compulsivas en mis brazos, ...) hace que mi deseo crezca también de forma muy evidente. Es tremendamente excitante recibir sus rápidos besitos sin lengua y atender a lo que dice en voz muy baja, entrecortada ("qué ganas tengo, llevo muchos días sin estar con un hombre; cómo me gusta tu pene, ¡qué gordo está!"), al mismo tiempo que su sexo se moja como si de un rio se tratara ("siempre dicen que me mojo mucho, ¿te gusta?; es que me calientas mucho"). A pesar de la abundante práctica sexual de los últimos meses y de las maravillosas mujeres con las que me he acostado, Avelinda me ...
... está poniendo la polla como nunca, me excitan su actitud y su forma de hablar ("haz lo que quieras, cariño, todo me gusta y tu pene es estupendo; ¡penétrame, por favor!") y el constante movimiento de sus labios, su lengua, sus dedos, los muslos, el sexo; no deja de moverse para acariciarme, para restregarse, para excitarse y excitarme ("¿te gusta mi boca?, dicen que manejo mi lengua muy bien"). Su coño es un lago caliente, suave, acogedor, estrecho y mullido, apenas duro una docena de pollazos y me corro con fuegos artificiales, música y fiesta incluídos. ¡Qué estupendo!. "¿Te ha gustado?; ¿ahora qué quieres, qué te excita?. ¿Vas a darme placer, chiquitín?; ¿está bien ese pene tan gordo?. Dentro de mi culo o de mi boca o delante, puedes correrte dónde quieras y cómo quieras, amor. Dicen que soy muy buena, ¿qué te parece?" Sólo esa forma de hablar ya me está poniendo cachondo de nuevo. Durante todo este último rato ha estado chupando y mordiendo mis pezones mientras habla, de manera que el rabo da señales de vida inteligente, se pone morcillón y provoca la alegría de la guapa morena: "entra así, me gusta que se endurezca dentro de mi vagina". Sigue lamiendo y mordiendo mis tetas mientras juega con mi culo con sus dedos ("¿eres mariquilla con las mujeres?, me excita dar y recibir por el culo") consiguiendo una erección curiosota ("túmbate, me subo encima y verás qué polvo te echo, cariñito") que hace que Avelinda empiece a subir y bajar sobre el rabo con rapidez y profundidad, ...