UNIVERSITARIO 9
Fecha: 11/06/2019,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... que sabía, después de la polla de Víctor, podía domar cualquier otra cosa. "Sí señor, le puede dar un buen uso". Continué metiéndome un par de dedos. "Tienes algún dildo cerca?" Cuando me giré, Pablo ya me había preparado tres dildos, de diferentes tamaños y colores, en una bandeja. Esta vez había sido atento, me había dejado un poco de lubricante. "Coge el más gordo". Agarré con la mano un dildo absurdamente gordo, de color negro, y me lo empecé a introducir. Con el lubricante todo era más facil, y disfrutaba de ir metiéndomelo. Cuanto más dentro, más largo era mi gemido. El chulo empezó a masturbarse con ganas, le estaba gustando. "Mételo hasta el fondo". De un solo golpe, me llegó hasta lo más dentro que pudo, chocando la base del consolador con mi ano. "Manténlo ahí dentro". Yo tenía una cara de salido total, con la mirada perdida hacia arriba y la boca abierta, salivando. "Y ahora, ves soltándolo". Fui a cogerlo con la mano, pero su voz se adelantó. "Sin manos, como si lo cagases". Me cogí los pies con las manos y empecé a hacer fuerza con mi ano, hasta conseguir, centrímetro a centímetro, que todo lo largo del dildo saliese de dentro. El consolador salió despedido, dejándome sensación de vació en el culo. "Tienes un buen coñito, un día me gustaría probarlo personalmente". Con esto colgó y me dejó en espera de la siguiente visita. No tardó apenas unos segundos en aparecer un nuevo invitado. Me llamó la atención, puesto que iba vestido, tanto con camiseta como con ...
... pantalón vaquero, pero no se le veía la cara, aunque se notaba que era joven. Después de verlo, me recoloqué en mi pose y continué acariciandome el ano. El nuevo invitado no tenía micro activado, pero sí podía oírme, así que empezó a teclear: "Hola. Hay alguien contigo?" No entendí muy bien, y no supe que responder. "Acércate más a la cámara". Me puse a cuatro patas y acerqué mi cara. "Hay alguien más, si o no?" Miré a Pablo, y este me hizo gestos de que no con la cabeza, así que no supe que contestar. Mi dueño se negaba a mostrarse por cam, puesto que quedaba claro que yo era la única zorra dispuesta a recibir órdenes. El desconocido siguió insistiendo ante la falta de contestación. Pablo, vista la insistencia, se acercó al portátil y miró la imagen de la pantalla. No supe verlo, pero la expresión de su cara cambió: había algo que le hacía reconocer al tercero, quizá la ropa, quizá la habitación donde estaba. Pablo me hizo señas haciéndome saber que había cambiado de opinión y que estaba dispuesto a según que cosas. Le hice saber a mi cliente que sí que había alguien más, y el nuevo mensaje no tardó en aparecer: "Bien, chúpale la polla". Pablo no se lo pensó dos veces. Ya estaba en gallumbos, así que solo tuvo que bajárselos, acercárse a la cámara y darme de mamar. Él estaba de pie, mientras yo, arrodillado en la cama, le chupaba todo el falo. El de la cámara podía verme perfectamente la cara, pero de Pablo sólo podía ver su polla. Lo hice como mejor sabía, combinando una buena ...