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Academia de prostitución gay
Fecha: 16/06/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dando por el culo. A los asistentes también se les habían armado las vergas formándoles unos enormes paquetes que sus minúsculos taparrabos trataban inútilmente de contener. ¿Apostamos?- preguntó Sven. ¡Apostemos! - le contestaron los otros dos. Los dos gemelos aceleraron sus embestidas. Miguel se comenzó a mover frenéticamente. Sabía que se iba a venir en cualquier momento. Los dos gemelos le enterraban las vergas sin misericordia. El gemelo que se lo follaba por la boca lo cogió de las orejas y arremetió con más fuerza. Miguel trataba de tornar aire desesperadamente entre embestida y embestida. El otro gemelo lo cogió de la cintura y le enterró la verga hasta la base misma de los cojones. El dolor hizo que los ojos de Miguel se llenasen de lagrimas. Vamos perra - dijo el Doberman -. ¡Vente de una vez! Los tres cuerpos se movían frenéticamente, completamente cubiertos de sudor. ¡Vamos gemelo! ¡Llénale la boca de leche! - gritó el profesor. Miguel sintió que sus cojones se preparaban para eyacular cuando escuchó un grito animal y sintió que le llenaban el culo con chorro tras chorro de semen. El otro gemelo también lanzó un alarido que remeció la sala y le llenó la boca con un liquido espeso y salado que no paraba de salir. Miguel lo tragaba tan rápido como le era posible pero la enorme verga disparaba más y más rápido. Retiró la boca y los chorros de leche del gemelo se estrellaron contra su rostro cubriéndolo casi por completo. Miguel sintió que un estremecimiento le subía ...
... por las piernas y de pronto él también eyaculó disparando varios chorros de leche blanca y espesa. ¡ Gané! - le escuchó decir a Sven. ¡ Perra de mierda ! - dijo el Doberman. Los dos gemelos colapsaron sobre la espalda de Miguel. Luego, poco a poco, se incorporaron dejándolo tendido en el suelo. Se abrazaron y caminaron hacia una de las esquinas del salón. Se sentaron juntos, apoyándose en la pared. Se hablaban con cariño, se acariciaban, se lamían las heridas el uno al otro. Se besaron en los labios, con ternura al principio, con verdadera pasión después. Se habían olvidado de Miguel, del uruguayo, de Sven y de todos los demás. Miguel estaba casi inconsciente, con un dolor que le atravesaba el cuerpo de lado a lado. Yacía sobre un charco de su propio semen. El grupo que se había formado alrededor suyo se estaba disolviendo. Intentó levantarse pero sintió que unos brazos muy fuertes lo empujaban nuevamente contra el suelo. Un negro panameño con un cuerpo muy musculoso lo cubrió. Es mi turno - le dijo mientras le buscaba el orificio del culo con una verga dura y caliente. Miguel trató de resistirse pero no pudo. El negro era más fuerte y a él ya no le quedaban fuerzas. Volteó y notó que se había formado una larga cola tras él. Estaban esperando para follarselo. Se lo follaron durante horas. Miguel nunca supo cuántos fueron porque el dolor le hizo perder el conocimiento varias veces. Pero por la cantidad de esperma que le quedó saliendo del orificio culo cubriéndole las nalgas, ...