1. Mi padre y su amigo


    Fecha: 16/06/2019, Categorías: Dominación Incesto Autor: White Wolf, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos! Desde hace un tiempo que vengo leyendo relatos en varias páginas y me he atrevido a contaros mi historia y de paso, poder desahogarme un poco. Mi nombre por cuestiones obvias lo voy a omitir y me llamaré Sara. Pues bien, actualmente tengo 21 años pero esto me pasó tras cumplir los 18. Soy una chica sencilla la verdad, el pelo largo y un poco ondulado, los ojos verdes, un pecho pequeño pero redondito y firme y un culo más sobresaliente. El caso es que tras terminar bachiller, me puse a buscar trabajo para el verano. A mediados de junio me cogieron de camarera en una discoteca (de aprendiz más bien). Yo quería ganar dinero para ahorrar e irme de casa lo antes posible ya que era un descontrol la situación: Mi madre trabajaba muchas horas y a penas la veía, y mi padre es un alcohólico y cuando llegaba así a casa, era inaguantable. El caso es que un día a eso de las 1 de madrugada llegaron dos señores y se pusieron al fondo de la discoteca en la parte de los sofás. Fui a atenderles y cuanto más cerca estaba de llegar junto a ellos, más conocido se me hacia uno. A escasos metros de tomarles nota, me di cuenta de que estaba mi padre. Y mi corazón comenzó a latir muy fuerte. Él no sabía que yo trabajaba siquiera, y de seguro no le haría pizca de gracia. Pero tampoco podía no atenderle o mi jefe acabaría echándome. Por suerte, llevábamos dos días celebrando una fiesta en la discoteca en la que había que disfrazarse. Las camareras no teníamos necesidad de hacerlo ya ...
    ... que nos impediría hacer bien nuestro trabajo, pero cogí (más bien, robé) una máscara roja con purpurina que tapaba mitad de la cara, esperaba que eso me llegase para que no me reconociera. Por suerte no se había percatado de que era yo, estaba un poco borracho al igual que su amigo. Ellos me pedían cervezas una y otra vez y yo, aunque quería negarme porque sé cómo llegaría a casa, no podía ya que implicaría, seguramente, que me reconociese. Su amigo empezó a verme con ojos de lujuria y cada vez que iba notaba como él se apretaba su polla por fuera del pantalón. Pero la sorpresa fue cuando mi padre empezó a hablar conmigo y a tocarme la pierna (llevaba una falda con volantes un poco por encima de las rodillas y una camiseta blanca cómoda). Él me decía que si no era muy jovencita para trabajar, que cuántos años tenía y demás, mientras me acariciaba la pierna y me la agarraba. Yo respondía mientras trataba de que dejara de agarrarme ya que se me hacía muy violenta la situación. En alguna ocasión llegó a tocarme el culo, y agarrármelo. Así que llegó un punto que no aguantaba tanta rabia y asco y fui junto a mi jefe a decirle que esos dos hombres me tocaban y no quería atenderles más. A lo que él, habló con seguridad y los echó de la discoteca. Ya al salir del trabajo fui andando hacia casa, cansada y con frío. Por el camino me encontré a mi padre y su amigo, quienes fingían no estar borrachos. - Hola- dije -Oye, tú qué haces a estas horas en la calle? No habrás quedado con algún ...
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