1. Mi padre y su amigo


    Fecha: 16/06/2019, Categorías: Dominación Incesto Autor: White Wolf, Fuente: CuentoRelatos

    ... temblorosa y empezó a humedecer mis labios. Yo dormía con la boca un poco abierta y él metía su lengua en mi boca, tratando de abrirla más hasta que encontró la punta de mi lengüita. Era asqueroso, pero me empezaba a gustar la situación. Acabó subiéndome la camiseta y soplando suavemente mis pechos, pasándole la lengua poco a poco. Pude escuchar el movimiento de cómo se tocaba mientras jugaba con mis pequeños pechos. Pero después de escuchar un ruido, se debió de asustar... y se fue. Dejándome con una sensación muy desagradable de odio y asco pero también de placer. No sabía que me pasaba. A la mañana siguiente, me despertaron para que fuera desayunar y como me tardaba ya que estaba muy cansada, pasé de cambiarme y bajé como estaba (con esa camiseta que hacía de vestido). En cierta forma, supongo que también quería provocar un poco. Pero, buscando en la lacena los cereales que me había dicho David, se me cayó unos cacharros al suelo lo cual hizo mucho ruido. De inmediato mi padre arrastró la silla levantándose y se dirigió hacia mí para darme una bofetada de nuevo. Pero David le frenó. Por un momento le di las gracias en mi cabeza pero todo eso se derrumbó enseguida. Le dijo a mi padre que no era forma de castigarme y que así no aprendería. Que su padre castigaba a su hermana cuando eran pequeños con azotes en el culo. Para que se sintiera ...
    ... humillada y supiera comportarse como una señorita. A continuación le dijo, pruébalo. Y se quedó desafiante mientras miraba a mi padre. Él obedeció, me agarró por el brazo y me llevó a la fuerza al salón. David le explicaba cómo hacerlo. Él debía sentarse y yo tumbarme boca abajo sobre sus piernas. -Ponte como te está diciendo David niña! - me gritaba -No... No quiero. Por favor, papá!- le suplicaba con lágrimas en los ojos. David me empujó la espalda hacia abajo poniéndome el culo hacia él, y el pecho sobre las piernas de mi padre. Me dobló las rodillas para que no estuviese de pie y colgara sobre las piernas de papá. Luego le dijo, "súbele la camiseta y azótale en el culo". Y así lo hizo. Yo temblaba y lloraba. Pero el no paraba. Me decía que no gritase que si no seguiría. Pero me costaba mucho no hacerlo. Le suplicaba que parase. A lo que David le dijo a papá que no era suficiente, que me bajara el tanga. Que yo era su hija y le pertenecía y podía hacer conmigo lo que a él se le antojase. Empecé a notar como sus azotes eran un tanto más suaves y lentos pero que solo se centraban en mi cosita. De un momento a otro dijo que era suficiente. Me ordenó levantarme y vestirme y nos fuimos para casa. Pensando que todo había terminado, tonta de mi... Me di cuenta que no había hecho nada más que empezar. Si os gusta... os cuento qué pasó después. 
«123»