Mi hermana y mis peliculas porno
Fecha: 04/11/2017,
Categorías:
Primera Vez
Autor: luisjudas, Fuente: xHamster
... tuvo un espasmo y empujó su concha hacia el intruso que la acariciaba. A cada roce la excitación crecía. Ella misma con sus manos jalaba las piernas a los lados y en el aire para facilitarme el acceso a su conchita.La escena era impresionante para mí, impensable unos días atrás. Mi hermana con su blanca desnudez, sus juveniles senos y sus piernas abiertas, me ofrecían su virginal coño, sin defensa alguna contra cualquier intento de penetración.La velocidad del roce aumentaba y ella acompañaba las pasadas con movimientos sensuales. Me detuve un instante con la puntita apenas clavadita en sus labios exteriores esperando una señal. Andrea siguió sus movimientos sola presionando un poco la cabecita para que entrara, entré un poco más con claras intenciones, detuvo sus movimientos sin abrir los ojos. Inmóviles esperamos uno al otro por cualquier señal. Salí y rocé de nuevo unas cuantas veces para volver a detenerme. Mi hermanita sujetó sus piernas que ya descanaban en la cama y las abrió en señal de sumisión.Penetré un poco y soltó un gemido, su bizcocho esta empapado, así que seguí penetrando lentamente hasta llegar a su himen. Retrocedía y volvía a meter mi pene hasta chocar su himen sin intentar romperlo. Casi de inmediato retomó ella el ritmo con mis entradas y salidas. Me animé y empujé con gran fuerza, apenas resistió mi penetración. Mi pene se fue hasta el fondo de aquella deliciosa concha, acabando con su himen y su virginidad. Andrea soltó un quejido leve y se quedó ...
... inmóvil.Salí y penetré despacio, amoldando aquel coño al grosor de mi palo. Percibía el color rojo de mi pene por la delgada y caliente sangre que lo cubría. Conforme la penetraba, los fluidos facilitaba la lubricación y disminuían cualquier dolor que sintiera. Al poco tiempo empecé a bombear y a deleitarme con aquella nueva sensación para mí, mi pene se alojaba a la perfección en aquel suave y reconfortable coño recién estrenado. Lo cálido de su coño estimulaba mi excitación y aceleraba mi bombeo.Andrea pronto se sumo al vaivén de mis embestidas, empujando para que la penetrara hasta lo más profundo. De pronto sentí venirme y salí rápidamente para eyacular sobre su vientre, fuera de aquel delicioso lugar.Me recosté junto a ella sin decir palabra. Con los ojos cerrados me besó y giró para quedarse dormida o al menos así lo pareció. Una media hora después acaricié su espalda desnuda, su cintura y sus nalgas. Andrea giro y me regalo una hermosa sonrisa.Por el pequeño sangrado suspendimos cualquier acción por ese día, nos duchamos juntos y la consentí para que descansara en mi cama junto a mi. Por la mañana hablaron mis padres, estaban tan fascinados con la playa que hasta hablaron de regresar el año entrante. Los convencimos de que todo marchaba bien y que no se preocuparan.Andrea tomó unas pastillas para el cólico y consultó un ginecólogo por la tarde. Al salir del consultorio la vi más tranquila, pero lucía radiante, con una mirada diferente.Traté de averiguar en que pensaba, como ...