Mi hermana y mis peliculas porno
Fecha: 04/11/2017,
Categorías:
Primera Vez
Autor: luisjudas, Fuente: xHamster
... se sentía y que deseaba hacer pero no dijo casi nada, solo me pidió paciencia. Triste me aparté y le di su espacio. En la noche después de ducharme me recosté preocupado, sin poder borrar aquella poderosa escena de mi mente, cuando penetré por primera vez su coño hasta el fondo. Esa imagen de mi pene totalmente dentro de su vagina era mágica, aquella sensación de placer, única.En eso estaba cuando mi hermana entró y sin decir palabra me extendió la mano. Me puse de pie y la seguí hasta su cuarto. Cerró con llave y se despojó de su camisón y su ropa interior. Se acercó a mí y me bajó mi short dejándome igualmente desnudo. Se hincó y después de colocar un cojín bajo sus rodillas, tomó mi pene y empezó a chuparlo. Aquella imagen de pasividad y sumisión elevaron mi erección que pronto llenó su suave boca.Mamaba cada vez mejor, me sentó en la orilla de la cama, se acercó más y siguió mamando con gran delicadeza. Una vez que se sintió satisfecha me indicó que me recostara bien y se acercó por un lado. Inmediatamente montó sobre mi y dirigió certeramente mi pene con su mano, justo hacia su coño. Penetré despacio hasta que todo estaba dentro, descansó unos segundos y comenzó a moverse hacia delante y atrás.Rápidamente los fluidos aparecieron suavizando cualquier incómodo roce dentro de su vagina. Con mis manos jalaba su cintura dirigiendo el ritmo de su culo para cogerla mejor. Podía sentir como la penetraba hasta el angosto interior de su cuello interno. Esta vez veía su mirada ...
... serena y llena de placer, sus senos rebotar y sus pezones iniciando su erección. Su boca medianamente abierta denotaba placer y sus ojos destellaban lujuria.Cambiamos y ella se colocó sobre mí en un 69. Sus piernas libraban mi cabeza y su carnosa concha llenaba mi boca de fluidos deliciosos. Su olor a hembra era tremendo y su perfume delicado. Mientras comía aquella delicia, mi hermanita mamaba afanosamente mi pene. En algunas ocasiones se detenía levantando la cabeza para gozar de un espasmo producto de mi degustación. Se levantó un poco y de nuevo guió certeramente con sus manos, mi pene a su bizcocho. Esta vez me montó de espaldas a mí.Podía ver su espalda bajar, su cintura redondear la carne que su culo depositaba sobre mí. La sujeté de esa cintura carnosa y firme y la penetración fue aún más profunda. Podía mirarla como disfrutaba ser penetrada. Me la cogí por varios minutos intercalando los movimientos circulares y laterales de su culo. Ambos aprendíamos el placer de culear.Cambiamos y bajé de la cama, la coloqué en posición de perrito en cuatro patas y a la orilla de la cama. La penetré nuevamente admirando ese ano virginal que acariciaba con un dedo sin penetrarlo. Aceleré mi ritmo de bombeo excitándome al ver como su culo se estrellaba en mis testículos cuando este devoraba mi pene completamente. Entre la humedad y golpeteo el sonido, la excitación crecía.Me contuve y la acosté boca arriba para cogérmela nuevamente, colocando esta vez, sus piernas en mis hombros. Su boca ...