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La reeducación de Areana (14)
Fecha: 17/06/2019, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... la tarea que le había sido ordenada por Elena. De pronto tuvo la idea de cometer algún error por el cual Elena la castigara, pero fue una ráfaga y finalmente su conciencia volvió a imponerse. -No, Elena me ordenó dejar todo reluciente y eso tengo que hacer… -se dijo para después erguirse e ir en busca de los elementos de limpieza. Tanto tiempo hacía que no estaba de pie que tuvo un vahído, pero fueron apenas unos pocos segundos y luego se recuperó. Fue a la cocina sintiendo lo extraño que le resultaba caminar y una vez allí abrió el placard blanco que se alzaba vertical junto al lavarropas. Extrajo un escobillón, un envase limpiador de azulejos y otro de blend y algunas gamuzas y con todo eso volvió al living. Alli se dijo que empezaría por el baño y entonces tomó el limpiador y una gamuza y dejó el resto de los elementos en el piso. En el baño sintió ganas de hacer pis y se metió en la bañera. Con una pata trasera en alto y mientras expelía la orina lamentó que no estuviera Areana con ella para que la limpiarla con la lengua. Al terminar se limpió con la mano, sin usar papel higiénico. “El papel es para las personas”, pensó y de inmediato comenzó con la limpieza. Cuando finalizó la tarea y había devuelto al placard los elementos de limpieza vio en el reloj de la cocina que habían pasado dos horas y cuarenta y cinco minutos. -Elena debe estar por llegar… -se dijo y fue a esperarla en el living, donde se puso en cuatro patas y al hacerlo soltó un suspiro de alivio. Se sentía ...
... más ella en esa posición. Minutos después oyó el sonido de la puerta al abrirse y enseguida el repiqueteo de los tacos altos y finos sobre el parquet. De pronto el repiqueteo cesó y Elena dijo: -Vení a saludarme, puta. Besame los zapatos. Eva respiró hondo y se desplazó hacia la dómina, para besarle ambos zapatos. Su respiración se hizo agitada cuando Elena le ordenó que los lamiera y presa de una intensa y excitada emoción comenzó a deslizar su lengua por el cuero negro de uno y otro zapato. Elena la miraba desde lo alto, excitada por el nivel de sumisión que mostraba Eva, y también por esas caderonas que la posición ensanchaba. -Bueno, basta. –dijo y Eva se enderezó lamentando que el intenso y oscuro placer de la humillación hubiera terminado. Elena tomó la cadena del collar y llevó a la sumisa tras de si mientras recorría el departamento para supervisar el trabajo de Eva como sierva. -Muy bien, perra pervertida. Lo hiciste muy bien. –dictaminó la dómina. -Gracias, señora Elena. –murmuró Eva. -Te merecés un premio. –dijo Elena y la llevó al dormitorio. Allí le ordenó que la desvistiera, cosa que la sumisa hizo con manos que temblaban de ansiedad. Una vez desnuda, Elena acercó lentamente su cara a la de Eva buscándole la boca. La sumisa abrió los labios y recibió con un escalofrío los labios de la dómina, esa lengua al encuentro de la suya. Sintió que sus piernas flaqueaban y hubiera caído al suelo de no ser porque Elena la sujetaba por la cintura con ambos brazos. Sentía el ...