La isla de los placeres mortales
Fecha: 20/06/2019,
Categorías:
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BDSM
Autor: reneamo, Fuente: CuentoRelatos
... satisfacer los desvaríos y demandas por más abyectas que estas sean, solicitadas por quienes integran esta siniestra sociedad, la que es protegida por los mismos inmorales miembros, que la conforman, actuando totalmente al margen de la ley, protegiendo naturalmente a cada uno de ellos y a las complacientes “damas” que ofrecen sus objetables y peculiares servicios. Los miembros de esta sociedad se reúnen cada cierto tiempo en diferentes partes del mundo. En esta ocasión se reunirán en una isla del Mediterráneo, la cual es propiedad de un potentado varón apellidado Hermann y de la libertina Kim, quienes realizan en esta localidad unas reuniones en donde se realizan encarnizados enfrentamientos exclusivamente entre mujeres, con desenlaces usualmente fatales, además de otras actividades a fines, con similares cuotas de sexo e infamia. A esta La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) Cap. 1°: Contrato para matar Eran minutos antes de la medianoche, el lugar, un club nocturno en el sector del “downtown” en las cercanías del puerto de Miami, en Florida, desde donde se podía oír el sonido característico de las sirenas a esas horas, algunas policiales en posibles alarmas de persecuciones, y otras de vehículos de emergencia que transitaban por las avenidas y calles aledañas al lugar, formando con esto la típica disonancia sonora que acostumbran escuchar los habitantes de las grandes ciudades en las zonas de agitada vida nocturna a estas horas de la noche, y esta no era la ...
... excepción. Los parroquianos del local ya ocupaban los espacios de las primeras ubicaciones, que obviamente eran las más cercanas al escenario mientras miraban el número del momento, que congregaba a un público de entusiastas a los shows de desnudistas y afines, en donde pueden manifestarse mientras se echan un trago o más charlando animadamente. El espectáculo era un combate del tipo “catfight”, entre una espigada y atlética latina, y su oponente, una madura rubia con características anglo; no muy agraciada, fofa y entrada en kilos, claramente en desventaja física, y en atributos. La función se realizaba dentro de una jaula formada por artificiales cañas de bambú, con lo que forzadamente trataban de darle un aspecto selvático del tipo cinematográfico, pero para lo que realmente servía, era para evitar el ingreso de los entusiasmados y casi siempre ebrios que querían participar del espectáculo, lo que en algunas oportunidades un grueso referí llamado Miguel se los permitía, para darle un incentivo mayor al vulgar show, además de prolongar el mismo, excusa válida por el tiempo que se demoraban en sacar del escenario a los obstinados parroquianos entre las risas y gritos del resto de los clientes. En el plató el suelo de la jaula estaba acolchado con una mullida alfombra de brillante pasto, naturalmente sintético, que servía para aminorar los efectos de las caídas de las chicas, del mismo o de un material similar eran unas palmas en las esquinas del recinto, con unos bongos de cartón ...