La isla de los placeres mortales
Fecha: 20/06/2019,
Categorías:
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BDSM
Autor: reneamo, Fuente: CuentoRelatos
... dispuestos bajo estas. Todo este “creativo” decorado parecía haber surgido de la imaginación de un adolescente entrando a la pubertad, completaba la ambientación del local, la gran humareda producida por los fumadores, a pesar de la reiterada prohibición de no hacerlo dentro del local, además del característico y fuerte olor a cerveza y otros tipos de bebidas alcohólicas que invadía el mismo. La rubia visiblemente estaba perdiendo el encuentro, la morena en cada oportunidad que tenía la ridiculizaba; parodiando sus torpes movimientos, haciéndole zancadillas, o bien propinándole rápidos golpes en el rostro, y en las nalgas, para acto seguido saltar hacia atrás o a los lados haciendo ineficaz la lenta reacción de la rubia que se esforzaba inútilmente en alcanzarla, provocando con esto, las risas de los espectadores, sobre todo de los que estaban situados a un costado de la barra, que rodeaba gran parte del escenario que se ubicaba en un nivel algo superior, lo cual facilitaba la visión de los habituales al lugar, los que se encontraban un poco más cerca del proscenio, y dada la naturaleza del espectáculo, formaba una necesaria barrera entre el resto de los parroquianos y el escenario. El show consistía más o menos en la misma y repetida rutina, excepto con algunas variables, dependiendo de la creativa capacidad de las participantes, que la mayoría de las veces, y con muy poca imaginación se arrancaban la escasa indumentaria, para quedar parcial o totalmente desnudas, ya sea ...
... una, o las dos contrincantes, momento que esperaban con impaciencia los tolerantes y poco exigentes clientes, estas prácticas se repetían en al menos nueve de cada diez encuentros, cosa que era una motivación extra para mejorar la habitual función, con una que otra ocurrencia por parte de ciertas chicas para amenizar el show. Los enfrentamientos estaban pactados a tres asaltos, de más o menos cuatro minutos cada uno, la misma duración entre uno y otro round, durante los que el moderador y arbitro se las ideaba para alargar el tiempo de espera, unos cinco o seis minutos más entre cada una de las presentaciones, de tal manera que duraran una media hora, que en lo posible debía cumplirse, para no alterar el programa total, el que tendría que extenderse unas dos horas por función, el que se repetía en tres ocasiones, donde cuatro a seis parejas de muchachas se turnaban para entretener cada noche a los concurrentes, comenzando a las veintiuna horas, de tal forma que los clientes estuvieran lo suficientemente entusiasmado luego de charlar y beber al menos un par de horas antes del inicio del show. Ahora entre presentación y presentación, las chicas ofrecían otros servicios anexos al espectáculo, bailando para algunos clientes más entusiasmados en una sala privada, como también compartiendo un trago o más, para programar en algunos casos acercamientos más personales e íntimos una vez que las funciones hubiesen terminado. Las duplas variaban en algunas ocasiones, reemplazando al menos a ...