Manuela (09)
Fecha: 25/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Despierto después de dormir tranquilo y bien. Estoy solo en una cama grandísima con ropa de cama de raso negro, no me había fijado anoche en ello. "Buenos días, Luis, ¿has descansado?" Un beso suave en mi boca y la maravillosa visión de una diosa semidesnuda son la mejor manera de despertar. Me estiro gatunamente, con pereza, mientras mi polla empieza a reaccionar ante la visión del cuerpo de Luisa apenas velado por un corto salto de cama negro transparente. "Llamó Sandy, te han dejado recado en el hotel para que vayas esta tarde a un pueblo de los alrededores. Dentro de un rato vendrá a recogerte con la moto; ven a la ducha que no tienes demasiado tiempo y ya es hora de comer" Cuando me levanto la erección ya es escandalosamente visible ("vaya, vaya, ¿eso no será por mí?") y mis ganas también. Dentro de la ducha me apetece jugar: abro el grifo para que salga agua tibia con fuerza, llamo a Luisa y mientras beso su boca la empujo hacia dentro de la amplísima bañera ("nos va a pillar Sandy; date prisa"). Ya estamos los dos empapados y parezco un pulpo: no paro de tocar, acariciar, apretar y besar a Luisa, que no deja de acariciar mi rabo y apretar mi culo con fuerza ("no tienes casi culo, mariquilla") mientras gime y habla en voz muy baja ("me excitas mucho, cómo me pones; penétrame, rápido"). Se da la vuelta y apoya las manos en la pared, penetro de un golpe seco y fuerte su sexo ("aaah; sí, sí; con fuerza") y empujo con ganas en un metesaca rápido mientras siento que me ...
... excitan sobremanera el ruído provocado al golpear su culo maravilloso con mis muslos, la cabellera negra, larga y mojada, su perfume agreste, salvaje y sus grititos ("aayy, aayy; sí, sí; más, más") que van subiendo en intensidad. Tengo un orgasmo corto pero intenso, sigo con la polla dentro ("no la saques; sigue, sigue"), más morcillona que otra cosa, y en poco tiempo Luisa grita alto y fuerte: "sííííí, aaauuu; ya, para, para". Estamos abrazados bajo la lluvia de la ducha, me suelto, cojo un frasco de gel y empiezo a lavar su cuerpo al mismo tiempo que ella lo hace conmigo, Qué estupendo masajear esas curvas únicas, esa melena maravillosa y sentir sus manos recorrer todo mi cuerpo. Qué sensación de suavidad y relajo. "Eh, juguetones, que ya es la hora de comer. Luis, se nos va a hacer tarde. Te he traído ropa, igual deberías darte de baja en el hotel, ¿no, mamá?. Es a lo que acostumbras con tus amantes". La voz de Sandy (pelín irónica, ¿no?) nos saca de nuestro mojado ensimismamiento, nos aclaramos y Luisa desaparece camino del restaurante con su hija mientras me afeito y me visto. Tras comer excelente pero rápidamente, la joven, callada y seria (¿enfadada?), me lleva a toda velocidad camino de la posible entrevista con el mediador etarra. El pueblo al que vamos está bastante alejado, en una zona boscosa verdaderamente preciosa. Tras un primer contacto con una pareja de franceses con cara de pocos amigos que nos siguen también en moto, llegamos a un hostal perdido en medio de la ...