Manuela (09)
Fecha: 25/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que me lo estoy haciendo con él o me interesa al margen del sexo" "Hija mía, ni tu ni yo tenemos nada que echarnos en cara respecto a los hombres. ¿Por qué me los presentas si no es más que con ánimo de que yo me los tire?. ¿Te excita saber que están con las dos?. ¿Te excita saber que Luis lo hace contigo y conmigo o acaso es que te gusta que compare?" "¡Zorra, golfa!". ¡Plaf, plaf!; dos sonoras bofetadas mueven la cabeza de Sandy a derecha e izquierda y me parece advertir claramente que ambas mujeres ya han jugado antes a este juego, que gustan de ello y es evidente, se excitan sobremanera. Luisa se dirige hacia mí, besa mi boca con lascivia mientras mira a su hija a los ojos y de un empujón me dirige hacia Sandy, que inmediatamente pasa a comerme la boca con urgente excitación. Estamos los tres desnudos y desde luego en ningún caso llevo yo la iniciativa. La madre está tras de mí abrazándome, restregando sus tetas contra mi espalda (cómo me gusta sentir los pezones) y dándome golpecitos con el pubis (siento su vello y eso me encanta) en el culo. La hija besa mi boca, chupa y muerde mis pezones y tiene agarrada la polla como si se la fueran a quitar. Sandy se arrodilla para chupar el rabo y Luisa se arrodilla para chupar el culo. Las dos parecen querer competir en destreza: mi culo es chupado, lamido, mordido y penetrado por una lengua mágica que me excita y pone muy, muy burro; la polla es comida y mamada con tal dedicación e intensidad que creo que jamás ha estado tan ...
... grande, tensa, hinchada, roja y sensible. Madre e hija se colocan arrodilladas frente a mí y se van pasando el cipote de una a otra hasta que las dos al mismo tiempo me la comen. Una de ellas ha metido un dedo (o dos o tres) en mi culo con lo que me corro como si fuera la primera vez en muchos meses. No dejan que se escape ni una gota, lamen y tragan mi leche dejándome limpio en unos segundos. No me dejan descansar. Lenta y suavemente empieza la madre a lamer el rabo y lo huevos mientras la hija se sienta sobre mi cara y restriega el sexo sobre ella con un movimiento tan lento como el de su madre. Poco a poco las dos han ido aumentando la rapidez e intensidad y Sandy me folla con su pelvis girando, subiendo y bajando mientras intento ayudar con mi lengua. Luisa se ha montado sobre mi ya excitada verga y la ajusta con ese coño maravilloso que parece apretar como si de una mano se tratara; sube y baja con rapidez y excitación creciente. La primera en correrse es la hija, da un grito corto y fuerte y durante muchos segundos creo que me va a ahogar con los golpecitos que sigue dando a mi boca y cara con el sexo. La madre ha seguido echándome un polvo que a estas alturas es salvaje por su intensidad, velocidad y movimiento; apenas grita y se corre durante unos largos dos o tres minutos en los que parece exprimir más que apretar mi polla. Mi excitación es tal que no puedo esperar; ambas mujeres están tumbadas sobre la alfombra, elijo a la más cercana (Luisa) para ponerla a cuatro patas ...