Manuela (09)
Fecha: 25/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la que no lleva sujetador ("vamos, quiero tu polla; cómete las tetas y baja tu mano, no llevo bragas"). Es verdad, no solo no lleva bragas sino que está mojada como una fuente y con los muslos empapados. Ya ha conseguido levantármela y doblándonos en unas posturas imposibles consigue mamar mi polla, meter un dedo en el culo, apretar mis pezones, que le coma las tetas y le pueda meter un par de dedos en el coño mientras aprieto su culo. Estamos muy excitados los dos, pero yo no dejo de preocuparme por la hora. Muevo la cabeza para ver el reloj del salpicadero y me doy cuenta de que hay dos jóvenes mirando por las ventanillas, al mismo tiempo que se están cascando un pajote gracias a nuestra actuación. Consigo recuperar una postura más cómoda: siento a Sandy sobre mi polla para que suba y baje, como su boca, chupo los pezones y le meto un dedo en el culo. El ritmo de Sandy va creciendo según sube su excitación, empieza a hablar en voz más alta ("sigue, corazón, no pares; me gusta, cariño; más, más, más") y se corre gritando ("guauuuu, ayayayay ...") y apretando mi culo hasta hacerme daño con sus pellizcos. Se levanta, se sienta en el suelo del ...
... coche y empieza a mamarme el mojado y excitado cipote ("tu madre y tu me vaís a matar; que par de golfas más cojonudas") durante el corto rato que tardo en correrme. No entiendo como puede quedarme leche aún. Quedamos un par de minutos sentados y cogidos de las manos (los cristales del lado del conductor y del acompañante tienen claras huellas de semen, de la corrida de los dos jóvenes pajeros) hasta que no tengo más remedio que deshacer el encanto del momento ("es tarde, vámonos"). Apenas nos ha dado tiempo a despedirnos ("sí, prometo que siempre que venga a París nos veremos aunque no vaya a ver a Luisa. Yo también te quiero"). He tenido que embarcar rápidamente y hasta que no estamos en el aire y sin cinturón de seguridad no abro un pequeño paquete que me ha dado Sandy ("es de parte de las dos, eh") y que contiene un pesado llavero de plata formado por dos figuras desnudas que se abrazan. Precioso. Quedo dormido en el asiento, debe ser muy profundamente porque tengo la sensación de que Manuela me besa y acaricia durante mucho rato, de manera que estoy muy excitado cuando una voz estridente y de tono metálico avisa que vamos a aterrizar en Almería.