1. UNA HISTORIA DE AMOR FILIAL. (2)


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... aliviada: Al menos por esa noche, la vigilia se había acabado. Quedó dormida en minutos pero unas dos horas más tarde se despertó un tanto inquieta; era raro lo que sentía, como si algo, alguien, la alertara. Aguzó el oído esperando escuchar algo anormal, pero no escuchó nada distinto de lo habitual. Se daba la vuelta en la cama, tratando de recuperar el sueño cuando le asaltó el interés por saber cómo se encontraría su hijo. Ese interés momentáneo salvó la vida de Daniel, pues cuando entró en la habitación de él le vio tendido en la cama, con los ojos muy abiertos pero fijos y vidriosos, sin vida, y los brazos muertos: Se levantaban si se cogían y alzaban, pero caían muertos al soltarlos. Daniel estaba en coma, en coma profundo. Elena se lanzó al teléfono y en pocos minutos una ambulancia dejaba a Daniel en una clínica privada que tenía mucho que ver con D. Daniel el IIIº, pues él era su accionista mayoritario. Razón por la cual el intento de suicidio sería ocultado, por aquello del buen nombre del prócer. La cosa concluyó, de momento, con un lavado de estómago y un par de días de cama allí mismo, en la clínica, pues si el lavado de estómago acabó con los más nefandos efectos del narcótico, los cardiovasculares, sobre los oníricos no tuvo poder alguno, con lo que ese par de días los pasó durmiendo la “mona”, pues el “empacho” de barbitúricos produce unas “monas” que las que el alcohol ocasiona suelen ser risibles en comparación. Tras aquellos dos días de casi ininterrumpido ...
    ... sueño, Daniel volvió a casa se diría que más destrozado aún que de ella saliera y es que los efectos del “viaje” barbitúrico aún pesaban en las pestañas del hijo de Elena, con lo que las preocupaciones de aquella madre no cesaban ni queriendo. Y es que los problemas se empecinaban en no dar tregua a Elena. La “primera en la frente” le llegó en la mañana que siguió a la noche en que Daniel fue ingresado en forma de sendas llamadas telefónicas, una de la Dirección General del Grupo de Empresa y la otra del Consejo de Administración, anunciándole que su hijo, D. Daniel el IIIº, mediante correo electrónico validado con su firma electrónicamente reconocida, había dimitido de ambos altos cargos. Elena trató de frenar ambas dimisiones aduciendo que su hijo estaba algo enfermo y, por tanto, se le permitiera reconsiderar ambas decisiones. La otra le llegó tras llevar en casa Daniel tres o cuatro días después de intentar suicidarse. Fue cuando al fin, algo más calmada, pudo revisar su correo electrónico, descuidado desde la famosa noche. Allí estaba el “e-mail” que aquella fatídica noche también a ella enviara. De esa manera la enteraba de la terrible decisión tomada. Le decía que no se entristeciera demasiado y que le perdonara, pero que era la única solución a su gran problema: La amaba, la quería, y no sólo como a su querida madre, sino como a la mujer que también era. Afirmaba que ella era la mujer de su vida… Para qué seguir. Nada nuevo para ella de todas formas, pues en la carta ...
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