1. Incesto (1)


    Fecha: 28/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi familia nunca fue una familia normal, de la cual yo soy el hijo único. De mi padre, que puedo decir, nunca faltó comida en mi casa, sin embargo, su carácter dominante y agresivo muchas veces terminaba en golpes, para mi madre y para mi. Muchas veces, las discusiones terminaban en golpes, donde el se iba de la casa pero siempre volvía, y mi madre desahogaba sus penas con alcohol. Un día, yo ya con 16 años volví a mi casa y me encuentro con mi madre llorando, con una botella en sus manos. Supuse que era una de las tantas peleas de siempre, donde mi padre luego de discutir, se perdía por un par de días, pero nuevamente regresaba. Me quede helado. Siempre supe que mi padre tenía sus aventuras por fuera, pero nunca pense que llegaran a separarse por eso. Menos aun que tenía una hermana. Mi padre desapareció de nuestras vidas, solo mandaba un cheque a fin de mes. Mi madre se notaba triste. Ya con sus 40 años, sin roce social, ya que nunca trabajó, era muy difícil que pudiera rehacer su vida, con muy pocas amistades, además ya no era una mujer atractiva, el paso del tiempo, los sufrimientos se habían notado en ella . Ella era morena , pelo corto y negro, ni delgada ni gorda, con un trasero no muy apetecible, pero si con unos pechos grandes. Transcurrió nuestra vida lo mas normal posible, hasta que mi padre un día volvió. A mi no me pareció bien ese retorno. Las cosas tomaron su curso normal y al mes el nuevamente la golpeó. Esta vez yo tomé cartas en el asunto y encaré a mi ...
    ... padre, teniendo una gran discusión la que termino en golpes. Sin embargo yo para ese entonces ya había crecido, tenia 19 años y no le fue tan fácil golpearme, incluso salió perdiendo. Mi madre lo echo de la casa y esta ves fue definitivo. Al llegar en la noche, nuevamente encuentro a mi madre muy bebida . La tome y la lleve a su dormitorio. Ella me decía que yo era lo único que tenía en la vida, que me quería mucho en fin, cosas de curada. La comencé a desvestir para que se acostará. Le saque su vestido y la deje en enaguas en la cama. Cuando me retiraba, me pidió que me acostará un momento a su lado. Yo no quería hacerlo, pero fue tanto su insistencia, que pense en recostarme a su lado, hasta que se quedara dormida, cosa que no demoraría mucho. Ella se acurrucó a mi lado y comenzó a acariciarme el pecho, diciendo lo mucho que me quería y que íbamos a estar bien. Yo también comencé a acariciarle el pelo y a decirle que no me gustaba verla así, que dejara de beber. Ella paso una de sus piernas sobre las mías. Me dijo que ya no lo volvería hacer. Comencé a acariciar su pierna sin ninguna mala intensión. Ella me dijo que le gustaba estar así conmigo, que nadie le hacía cariño, que una mujer necesitaba sentirse querida y que le hicieran cariño. Le di un beso en la mejilla con cariño. Ella me lo devolvió y me quedó mirando, acariciando mi cabello. Luego me da un suave beso en los labios. Nos quedamos mirando, yo un poco sorprendido, ya que nunca lo había echo, ella con cariño. ...
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