Mi primera vez - Relatos Eróticos

Mi primera vez

... mesa" Dijo Tamara. Todos bebimos. Sin excepciónPuesto que me dio cierta vergüenza admitirlo, miré a Andrea con cara de entre pillín y culpabilidad, a lo que esta no pudo evitar soltar una carcajada. La cara que puso Tamara al verme beber también fue curiosa, ya que se suponía que yo era el "niño bueno" del grupo.-"Yo nunca he tenido fantasías sexuales con compañeros de universidad i/o trabajo" -Dije. Todos bebimos otra vez.Así seguimos durante algo más de una hora, descubriendo locuras y fetiches de prácticamente todos los del grupo.-"Yo nunca he besado a nadie de esta mesa" Dijo Alex. A excepción de mi, todos bebieron. Al ver que yo era de los que menos habían bebido de la mesa, Tamara se acercó a mi y me dio un morreo con el que casi me deja sin respiración. Debí de sorprenderme mucho, porque todos los de la mesa entraron en un ataque de risa de estos que duran minutos. Al final, bebí.La verdad es que aquél beso me excitó mucho. Siendo tan tímido como soy, no estaba acostumbrado a tener contacto físico con los demás y mucho menos besos de tal calibre. Entre risas lo disimulé cuanto pude haciéndome el fuerte, como si aquello fuese de lo más normal. Lo que no esperaba era lo que estaba apunto de ocurrir.A Carlos, que parecía haberse excitado casi más que yo con aquél beso y borracho como ninguno, se le ocurrió la idea del siglo. Jugar al juego de la botella.Este juego consiste en ponerse también en círculo y hacer que rote una botella. Donde para la botella se selecciona a un ...

... jugador. Al hacerla girar una segunda vez, se selecciona a un segundo y estos dos se tienen que besar.No sé si los demás estaban también demasiado borrachos o qué, pero todos aceptaron. Para seros sinceros la idea no me desagradaba dfemasiado, eso de tener la oportunidad de besar a Andrea hacía que se encendiera en mi una pequeña llama traviesa y con ganas de hacer nada bueno. Pero la idea de tener que besar a Carlos... No me entusiasmaba mucho. Aún así, el alcohol y la excitación que aún me duraba del beso de Tamara me hicieron envalentonarme y participar también.Una vez todos listos, Carlos hizo rotar la botella. Cómo era de esperar, Carlos aplicó la fuerza suficiente como para que la primera persona en salir fuese él. Por las miradas que echaba, su objetivo era Tamara. Era demasiado obvio. Procedió a girar la botella otra vez.A que no adivináis quién se sentaba al lado de Tamara? Yo.En la primera tirada y por la falta de precisión de mi compañero, sucedió lo que más temía... Me había tocado besarme con él. Al principio me negué, pedí que la volviera a tirar, pero las chicas hicieron mucha fuerza para evitarlo. Al final tuve que hacerlo.No fue tan malo como pensé, sus labios eran suaves, lo que él un poco bruto. Aún así, el juego no había terminado aún.En esta ocasión era el turno de Tamara, la cual seguía sonriendo a mi derecha. Por su mirada fija su objetivo esta vez era... ¿Yo? ¿Me quería besar a mi? Efectivamente, su sonrisa y mirada pícara lo decían todo.En la primera ...