Mi primera vez - Relatos Eróticos

Mi primera vez

... tirada le salió a ella por muy poco, cosa que le hizo soltar un pequeño grito al ver como la botella casi se queda corta. Fue entonces y con mucho cuidado que volvió a girarla.Para su sorpresa, le tocó con Carlos. Con cierto aire de desaprobación, se fue hacia él y le dio otro buen morreo. Fue tal, que se pudo apreciar como a Carlos se le elevaban los pantalones.Cuando todos nos dimos cuenta de ello, nos empezamos a reír, y Carlos decidió huir al baño por un momento. No obstante y para su sorpresa, Tamara decidió acompañarlo.No fue hasta unos segundos más tarde cuando me percaté de la situación en la que me había quedado... Me quedé a solas con Andrea. Esta, parecía un poco nerviosa, así que decidí soltar un chiste malo para ver si con ello rompía un poco el hielo. Fue tan malo, que inclusive yo mismo puse cara de confusión cuando terminé de decirlo. Fue tal mi cara, que Andrea no pudo evitar reírse. Quizá había quedado como un estúpido, pero esa sonrisa me daba la vida.Fue entonces cuando se me ocurrió la genial idea de seguir con las bromas, y le dije: "Quieres que sigamos jugando nosotros? Seguro que es difícil saber a quién le toca".De golpe, ella se quedó en un completo silencio. No sabía si es que se lo había tomado en serio, si quería gastarme una broma o si realmente estaba dudando en si hacerlo o no..."Oye, que lo decía de broma! No pongas esa cara tan seria..." -Dije.De golpe se empezaron a escuchar fuertes gemidos de Tamara que provenían del baño. "AAH SÍ, CARLOS" ...

... "HMMM"Por alguna razón que desconozco, la imagen de Carlos penetrando a Tamara no solo se plasmó en mi mente, sino que me excitó muchísimo.Fue ahí cuando Andrea, sin decir ni una sola palabra, giró la botella."Andrea? No tienes que hacerlo si no quieres, estaba bromeando..." -Dije."Shhhh..." -Murmuró ella.Cuando la botella nos terminó señalando a los dos, ella se sentó a mi lado. Acercó más y más nuestras sillas hasta quedar practicamente tocándonos y empezó a mirarme a los ojos."Hey...Sé que quizá no soy tanto como Tamara... Pero a caso soy tan poca cosa como para que no quieras siquiera besarme?" -Dijo Andrea.En ese momento sentí un gran escalofrío recorriendo mi espalda, y como si de un acto reflejo se tratase, la besé lo más suave y dulce que supe.A mi sorpresa, ese beso hizo que Andrea soltase un pequeño gemido justo al separar nuestros labios, lo que hizo que me excitase mucho. A causa del alcohol y de la excitación que tenía en ese momento, era incapaz de pensar con claridad... En esos momentos solo quería fundirme con ella.Andrea se adelantó a mi y empezó a morderme el cuello mientras se sentaba encima mío. Cada vez estaba más y más excitado, así que sin dudarlo un segundo más, empecé a acariciarle la espalda mientras seguía sus pasos.Empezamos despacio, pero poco a poco ambos íbamos acercándonos más y más hacia nuestros organos sexuales. Ella estaba con la respiración muy alterada, notaba su respiración en mi cuello cada vez que se acercaba a morderme. Por mi parte, ...