Los licántropos violadores
Fecha: 04/07/2019,
Categorías:
No Consentido
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... hasta los pies de uno de los licántropos. Se desmaya un instante y cuando despierta, siente el pesado pie en su tórax. A sólo uno centímetros, está Nefi, totalmente dominada por una excitación novedosa. Si hasta ahora venía sintiendo un calor que disfrutaba, ahora parecía que dentro suyo había un volcán a punto de explotar, todos sus músculos se tensaron mientras el licántropo seguía entrando y saliendo de su sexo. Vio a Kilian tirado, haciendo vanos esfuerzos por levantarse. Sintió pena por él, pero también sintió desprecio. Era un alfeñique al lado de esas bestias que la estaban poseyendo. Ya no pudo contenerse más, su primer orgasmo ya quería ser expulsado. El calor era sofocante, principalmente en su sexo. Gritó muy fuerte, como loca, y acabó, mirado a Kilian a los ojos. Su futuro marido no pudo hacer nada más que llorar. Melania también estaba a punto de acabar. Estaba tan excitada que ni había reparado en la presencia de Kilian. Sus rodillas estaban sangrando de tanto rasparse contra el suelo, mientras recibía las embestidas del licántropo. El otro ya había acabado, eyaculando en su cara, y ahora observaba satisfecho cómo su compañero la penetraba. Las piernas gruesas y musculosas les servían a esas bestias para que sus movimientos ...
... pélvicos sean salvajes y potentes. Melania recibió el sexo de su agresor una y otra vez, cada vez con más fuerza, hasta que no pudo más y acabó, bañando la verga del hombre-lobo con sus fluidos vaginales. Kilian seguía tirado en el piso, aprisionado por uno de ellos, sin aceptar lo que estaba sucediendo. Terminó por convencerse de que todo era una pesadilla. Pero ya tendría tiempo de darse cuenta de que estaba equivocado. Uno de los licántropos, el más joven y fuerte, cargó a Neferet y la tiró encima de su novio. Él la abrazó, convencido de que estaban a punto de ejecutarlos y que era el último momento en que estarían juntos, pero el licántropo se puso en cuclillas encima de ellos, y comenzó a penetrar a Nefi nuevamente. Ella sentía placer en cada penetración, y su cuerpo se sacudía encima de su prometido. Ahora Kilian sentía en su propia carne cómo violaban a su novia, y para poner peor las cosas, Nefi no podía ocultar lo que sentía cuando el enorme pedazo de carne entraba en ella. La poseyeron una y otra vez encima de su novio, y eyacularon tanto encima de ella como de Kilian. Cayó la noche. Los licántropos recuperaron su forma de lobo y se marcharon, sigilosos, dejando atrás a las mujeres agotadas por los orgasmos, y al hombre, enloquecido. Fin