Un encuentro fugaz - Relatos Eróticos

Un encuentro fugaz

... momento solo fuera un polvo, no es eso lo que busco, buscaba pasión, complicidad no un aquí te pillo y aquí te mato, tenía la necesidad de mostrarla en lado dulce, amable y romantico de una pasión loca y desenfrenada, quería hacerla sentir el cielo, y al mismo tiempo que sintiera el calor del desierto, verla mezclarse con el ya y el ahora espero, poco a poco, o paso a paso, como quien bebe una bebida y necesitaba saborearla sin querer que esta termine pronto.Aparqué el coche, la pedí que no saliera aún y así lo hizo, entonces como un galán la abrí la puerta para que saliera, agarrandola de su cintura, la besé de nuevo, jugando con su lengua mientras las yemas de mis dedos acariciaban sus nalgas, suaves tiernas, y ella, se estemecía.fuímos subiendo por las escaleras, ella primero y yo detrás, pegado a su nalgas, a lo que me dice: me encanta sentir tu pene duro sobre mis nalgas, así imagino como puede ser, ¿te disgusta? la pregunto, y me dice no, me encanta que estés así de pegado a mí. Mientras ella me decía eso, mi cabeza iba ordenado cómo tenía que ser el encuentro, dejé a mis pensamientos riendas sueltas, quise tener todo controlado, mi objetivo era hacerla sentir mujer, deseada, amada, y bien follada, para que cuando mi recuerdo navegara por su mente, todo su cuerpo la gritara mi nombre, y que en sus momentos intimos o sueños humedos, solo fuera a mí a quien viera.Saqué la mano del bolsillo donde se encontraba la tarjeta de la puerta, y abrí la puerta y mientras ésta se ...

... abría la volví a besar, notaba que en cada beso que la daba, perdía el aliento, eso me excitaba más, me ponía más salvaje, el lobo estaba a punto de probar a su presa, pero este lobo no quería que la presa huyera antes de tiempo, lo que quería es, hacerla sentir tranquila, hacerla olvidar sus miedos, hacerla involucrarse en el juego, juego de dos personas que se buscaban desde el primer encuentro.Ya dentro de la habitación, puse musica romantica en movil, que dejé sobre la mesilla, agarrandola de la cintura nos pusimos a bailar, yo restragando mi berga que se encontraba en mi pantalón, como caballero medieval que tenía su espada en su funda. Pero ella a cada movimiento mio, se excitaba más, notaba como el volumen de mi pene no dejaba de crecer, y sentía como su baile se convertía en una baile de cisnes sobre un lago de pasión y deseo.Lentamente el lobo empezó a quitarla su blusa, mostrandome ese sujetador de encaje, del cual hice que callera en un abrir y cerrar de ojos, ella timida y mirandome a los ojos me dijo: no son muy grandes (sus pechos) y sin mediar palabra me metí uno de ellos a la boca, sentía como su pezón se hacía mas duro en mi boca, sentía como su respiración era más profunda, dejaba caer su cabeza para que la besara el cuello, y así lo hice, quería un juego de dos, que ambos nos involucraramos, que ambos dejaramos correr nuestras fantasías, y la dije: subete la falda, cuando ví subir esa falda, como telón al comienzo de una obra teatral, pude sentir el ferbor de ...