1. Mi esposa y el hombre alquilado


    Fecha: 07/07/2019, Categorías: Confesiones Sexo con Maduras Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos

    ... con gente de Veracruz y Guadalajara, y unos gringos o canadienses. Nos juró que en ninguna de ellas le había tocado complacer a una mujer tan bella como mi esposa. Dada su autenticidad y caballerosidad, le comenzamos a creer. Fernanda comenzó a sentir los efectos del vino y, cuando nadie nos veía, se dieron un beso en la boca. Sentí mi verga reventar al verla besar en la boca a otro hombre por primera vez. Cuando terminamos de cenar, le dije a mi esposa que era mejor esperar a Andy en la habitación. Le dimos la llave de tarjeta y el número. Pagué la cuenta y nos retiramos, mientras Andy quedaba esperando en el restaurant. Cuando llegamos a la habitación, Fernanda pasó al baño y salió completamente desnuda. Se puso el negligé negro y se recostó, a esperar al amante rentado. No había nerviosismo alguno, solo un incontenible deseo. Andy sabía que se la tiraría y ella estaba ansiosa por probar la experiencia de que otro hombre se la cogiera mientras yo veía. “Si quieres nos podemos echar para atrás”, le dije. “¿Qué no era lo que queríamos?”, contestó ella. “Me muero porque me coja. Me encantó. Se ve lleno de energía. Me va a volver loca. Quiero que me vuelva loca”, fue su respuesta. “Te voy a filmar”, le dije. Ella solo sonrió, aprobando mi intención. Pasaron exactamente 15 minutos cuando llegó Andy. Tocó la puerta discretamente. “¡Adelante!”, gritó Fernanda. Andy entró. Lo primero que vio fue a Fernanda en la cama, luciendo increíblemente provocativa con su negligé. “Bueno, si ...
    ... más preámbulo, haré lo mío”, dijo Andy, al tiempo que comenzó a desvestirse, con notoria experiencia. Quedó finalmente solo con un diminuto calzoncillo. Fernanda, fascinada, contemplaba su atlética desnudez y su enorme bulto. Sacó su verga entre el calzoncillo y el muslo. “Miren, para que les conste que no era de mentiras”, dijo. Fernanda y yo lo mirábamos extasiados. Andy se recostó junto a ella y comenzó a besarla en la boca mientras ella lo abrazaba, girando un par de veces sobre sus cuerpos. Andy deshizo los nudos del negligé, haciéndola exponerle sus hermosas tetas. Las besó con especial pasión. Luego se recostó en su espalda y Fernanda bajó su calzoncillo: un auténtico ejemplar de masculinidad, notablemente más grande que el mío se mostró por primera vez ante los ojos de mi hermosa Fernanda. Era obscuro, con algunos lunares negros, con venas bien delineadas y la cabeza circuncidada rosa. Saqué mi verga y comencé a masturbarme lentamente. Ver a mi esposa junto a una verga ajena era una pasión indescriptible, única. Se volvieron a abrazar y mientras giraban besándose y manoseándola, Fernanda quedó completamente desnuda. Se detuvieron. Fernanda quedó sobre Andy mientras sus bocas se fundían en un ardiente beso. Andy tomó a Fernanda de las caderas y la puso a su lado, casi levantándola, haciendo gala de su fuerza y condición física. “Si no te importa buen amigo”, me dijo, “me voy a tirar a tu mujer como nunca te la has tirado tú o algún otro hombre”. Me desnudé por completo, ...
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