Mi vecino ahora es mi dueño
Fecha: 07/07/2019,
Categorías:
Sexo Duro
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... en sus dedos.“No te quejes, putita… ya estás bien mojada…” Dijo riéndose.Cuando metió sus dedos dentro de mi vagina, me sentí entregada.Hice una ligera presión hacia atrás con mi cola, contra su pija dura…“Qué pasa, nena?... Ahora te gusta sentir mi verga?”. Preguntó David.“No…no quiero” Pero mi ruego era demasiado suave como para ser real.Otro leve movimiento hacia abajo depositó su dedo mayor en mi clítoris. Mis piernas flaquearon; pero David continuó descendiendo y suavemente me acarició otra vez mis labios vaginales. Dejé escapar un hondo suspiro.“Te gusta sentir mis dedos dentro de tu tanguita de perra?”. Me preguntó.“No, no me gusta…”. Mentí, respondiendo con apenas un hilo de voz.“Estás mintiendo, putita… esto te encanta…” Adivinó el muy hijo de puta.“Basta… quiero que pares…”. Mentí otra vez, esperando que siguiera.Me arrancó la tanga de un tirón, desgarrándola por completo.Me sentí desnuda, a pesar de que mi vestido todavía cubría todo mi cuerpo. Recordé entonces por un segundo el enojo que me había hecho sentir, pero la dominación a la que estaba ahora sometida, era aplastante.David me soltó y me hizo girar. Mirándome a los ojos, me soltó los breteles del vestido, que cayó arrebujado a mis tobillos. Otra vez estaba desnuda frente a ese tipo, que me dominaba como él quería.El muy turro recorrió mis tetas con su lengua, lamiéndome los pezones, que estaban casi a punto de estallar. Yo llevé mi mano a su entrepierna, para abarcar esa verga enorme que se notaba bajo sus ...
... pantalones…“Viniste por más verga… verdad?” Me preguntó suavemente.“Sí…” Fue lo único que pude responder…Me hizo recostar en un gran sillón y yo abrí mis piernas con docilidad.David se colocó entre ellas y se arrodilló en el suelo.Me miró fijamente y volvió a mover su lengua de un lado a otro; tal como había hecho al cruzarme con él en la puerta del edificio.Sonreí y sentí enseguida su lengua posándose sobre mis labios vaginales. Dejé escapar un profundo suspiro. Mis piernas intentaron plegarse cuando él llegó a mi humedecido clítoris, mientras un dedo me penetraba como si fuera una verga. Con la otra mano David comenzó a jugar en mi ano…“Al final resultaste una buena putita…”. Dijo de repente, interrumpiendo los juegos de su lengua en mi concha dilatada y húmeda.“Y vos un flor de hijo de puta…un tremendo hijo de puta”. Le respondí.Entonces él se incorporó, atrayendo mi cabeza a su propia entrepierna.Me obligó a refregar mi cara contra esa verga ya bien dura y erecta.Obedecí sin ninguna resistencia. Con inusitada desesperación, comencé a darle profundos chupones a esa pija que me ofrecía. Una y otra vez me la metí en la boca, saboreando y lamiendo todo ese tronco enorme.“Te gustaría sentir tu boca llena de leche?”. Me preguntó. Yo no quería dejar de chuparla, así que asentí con un gesto de mi cabeza.Entonces suavemente me empujó contra el respaldo, obligándome a tomar la posición de antes, con mis muslos en alto y abiertos.Se posó sobre mi vientre y sin compasión me penetró ...