1. Viajando en subte durante la hora pico


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... mi canal rectal…Grité como una loca, pero nadie pudo oírme, pues mi boca seguía tapada.El chico que había estado siempre frente a mí, de repente sacó su verga y haciéndome retroceder un poco, me obligaron a doblarme por la cintura y lograron que metiera esa enorme cosa en mi boca. El chico me tomó por la nuca, marcándome el ritmo de la mamada…El que me estaba sodomizando acabó dentro de mi estrecho culo justo en el momento en que el tren arrancaba otra vez. Sentí su descarga dentro de mi cuerpo y eso me provocó otro intenso orgasmo. No pude gritar, porque el otro chico no me permitió sacarme su verga de mi boca.Sabiendo que el viaje se había reanudado, los chicos se fueron turnando con cierta urgencia para cogerme; por la concha o por el culo. Apenas uno terminaba conmigo, otro chico tomaba su lugar; de tal manera que yo no tenía descanso. Perdí la cuenta de cuántos lo hicieron realmente; pero tanto mi vagina como mi culo comenzaron a arderme después de tantas salvajes penetraciones…Cuando llegamos a la estación terminal las puertas se abrieron y el vagón repentinamente se vació; los chicos que me habían cogido desaparecieron mezclados entre la marea de gente.Me senté en un banco vacío para acomodarme la ropa. ...
    ... Alguien se había llevado mi tanga empapada como recuerdo. Me limpié como pude el semen que se deslizaba desde mis muslos hasta mis tobillos. Había perdido todos los botones de mi blusa y lo peor de todo, era el intenso ardor que sentía en el fondo de mi cavidad anal, después de tantas penetraciones que había sufrido…Bajé del subte trastabillando un poco, ya que el intenso ardor me impedía cerrar las piernas y caminar derecho. Al pasar frente a una vidriera pude ver lo despeinada que me habían dejado esos pendejos.Llegué a mi casa, encontrando que mi adorado Víctor todavía estaba en su oficina. Aproveché el tiempo para darme un buen baño de inmersión.Me sumergí hasta el cuello en el agua tibia y abrí bien mis piernas; separé mis labios vaginales y comencé a acariciar mi todavía inflamado clítoris, buscando otro nuevo orgasmo.Al acabar, por fin pude aullar y gritar mi clímax por todo lo que no había podido gritar en manos de esos pendejos atrevidos.Más tarde recibí a mi esposo, que estaba contento de darme una buena noticia; uno de sus amigos me ofrecía un puesto en su estudio.Era un trabajo mejor pago y con horarios muy flexibles; pero lo malo, según mi adorado Víctor… tendría que viajar todos los días en subte… 
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