Sumisa en la playa
Fecha: 07/11/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tabú
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Ese mediodía era el primero en la playa. Lo delataba nuestra pálida piel, en contraste con otra gente que se notaba, llevaban varios días allí.Después de un rato de asarnos al sol, Víctor se levantó diciéndome que se daría un chapuzón para quitarse un poco el calor. Se dirigió hacia la orilla. Yo me quedé tumbada boca abajo dejando que mi cuerpo se bronceara.Levanté la cabeza y vi a mi marido sumergirse en el agua cuando entonces, se me acercó un hombre ya maduro.“Qué linda tanga…” Dijo, mirándome el culo directamente…Me miraba tan descaradamente que yo no supe qué responder, pero debo haberle sonreído, porque el tipo continuó su monólogo:“En realidad, con esas tetas… te quedaría mejor hacer topless…”Esta vez dejé de sonreír y lo miré fijamente…“No estoy acostumbrada al topless… no voy enseñando mis tetas…”Tendría que haberlo mandado al carajo en vez de responderle a sus provocaciones… después de todo, quién era ese tipo para decirme si andar o no en topless…?Lo cierto es que no estaba pensando mucho lo que hacía. Lo peor de todo, es que su insistencia ya me estaba excitando. Miré de reojo hacia el mar y pude ver que Víctor estaba flotando cerca de la orilla, pero mirando hacia el lejano horizonte.“Me encantaría verlas… así sabríamos quién de los dos tiene razón…”Hizo una pausa sonriendo y concluyó: “Vamos nena, quiero verte las tetas”.Me dejó boquiabierta. Y terriblemente excitada. Desde luego no me iba a doler sacarme la parte de arriba de mi diminuta tanga, pero no me ...
... iba a quedar en tetas porque me lo dijera este tipo… por mucho que me excitara pensar en ello…“No me voy a sacar el corpiño…Por qué iba a hacer eso?” Le respondí.No debo haberlo dicho de manera muy convincente, porque insistió.“Porque he visto tu expresión mientras te lo proponía y se nota que, si bien soy yo el que quiere ver tus tetas, vos estás deseando complacerme y enseñármelas. De lo contrario, nena, ya me habrías mandado al carajo”Me quedé callada. Hasta que de repente pude responderle:“No creo que a mi marido le guste la idea…” Traté de zanjar el tema.“Ah, claro, tu marido. Ese que está mirando desde la orilla cómo un perfecto desconocido trata de levantarse a su mujercita…” Dijo riendo a carcajadas.Amagó con irse, pero entonces le dije que esperara. Al decirlo me arrepentí al instante. Lo último que quería en ese momento era que ese hombre se fuera, pero lamenté haber sido tan evidente. Lo miré y él, sonriente pero muy firme, insistió: “Quiero que me las enseñes ahora…”Su tono de voz me hizo estremecer y terminó de encender mi cuerpo. Llevé mis manos a la espalda y desanudé el corpiño. Miré a Víctor que nos observaba expectante desde la orilla del mar, pero estaba muy quieto...Terminé de desprenderlo y lo arrojé a la arena. El hombre mostró una sonrisa de triunfo. Me miró fijamente las tetas. Yo estaba quieta frente a él. Disfrutando. Sí, disfrutando la excitación de ver sus ojos en mis tetas.“Tenía razón yo; esas tetas tremendas merecen no estar ocultas…”“De solo ...