1. Diez colores


    Fecha: 20/07/2019, Categorías: Lesbianas Autor: afranlecuesta1, Fuente: CuentoRelatos

    Esta historia que voy a narrar sucedió hace ya tiempo, cuando no se estilaban los móviles, tabletas, ordenadores y demás aparatos electrónicos. Hola me llamo Maite, esta historia sucedió cuando contaba 18 años y con mi mejor amiga y compañera de clase que se llamaba Mónica. Estudiábamos BUP. Mi amiga era más lanzada que yo, más espabilada que yo y naturalmente se cortaba menos que yo. Por aquel entonces teníamos las hormonas un poco revolucionadas y la primavera y el calor ya nos acompañaban. Mi padre trabajaba por la mañana y por la tarde hasta las tantas en una tienda que regentaba y mi madre se pasaba las tardes participando en talleres de plástica, decía que se sentía realizada cuando conseguía sacar todo lo que llevaba dentro, yo era hija única y mi amiga tenía tres hermanos así que cuando tocaba estudiar nos encerrábamos en mi habitación. Teníamos que prepararnos para un examen de biología que era un tostón, y mientras sacábamos libros, apuntes, bolígrafos y toda la parafernalia que necesitábamos charlábamos de lo feo y viejos que eran los profesores, lo mal que vestía la chica rubia que nos caía mal, lo descarada que era la que tenía las tetas más grandes y lo guapo y alto que eran los chicos que nos gustaban. Yo ese día encontré entre los cajones del escritorio un antiguo regalo que me había hecho mi madre por un antojo que tuve de una papelería cercana a casa, un bolígrafo de diez colores, blanco y azul de unos quince centímetros de largo y unos tres de diámetro. Mi ...
    ... amiga se quedó flipando recordando mi boli que hacia tiempo no los veia y le hizo gracia sobre todo porque los colores no pintaban, ni ahora ni antes, que ese boli estaba mejor que cargar con cuatro bolígrafos para el rojo, azul negro y verde que solíamos usar para tener los mejores apuntes. Cuando conseguimos empezar a estudiar y abrimos el libro nos desmoralizamos porque casi no entendíamos nada, así que nos dedicamos a pasar páginas y mi amiga encontró el capítulo de la reproducción donde venían dibujos de los aparatos reproductores de los animales y del hombre y la mujer. Mi amiga se entretuvo en explicar los dibujos y a decir que menuda mierda de polla habían dibujado, caída y floja, que la del último chico con el que había estado era mucho mejor, aunque no supiera manejarla. Luego pasó al de la mujer. Aquí salió su lado perverso y me dijo: -Quítate las bragas, vamos a estudiar el aparato reproductor femenino. Yo no la tenía todas conmigo, y eso que no era la primera vez que nos veíamos desnudas, muchas habían sido las ocasiones en las que nos habíamos enseñado las tetas y las habíamos comparado y también cuando comenzó a salirnos el vello púbico. Mónica empezó a tirar de mis pantalones hasta que me los quitó entre risas así que cedí a sus peticiones. Mientras me terminaba de quitar los pantalones y las braguitas ella arrimó la mesa al espejo de la puerta del armario y me ordenó que me subiera encima mirando al espejo mientras abría las piernas. Ella cogió el libro puso ...
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